La Audiencia ordenó reabrir una causa que fue archivada

La Voz

SANTIAGO

15 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El caso de la muerte de Anna Nieto tras electrocutarse en una farola defectuosa ha estado a punto de quedar archivado, pero la sección sexta de la Audiencia Provincial, que es la que tiene su sede en Santiago, lo impidió y ordenó reabrir la investigación.

Hace un año, el 25 de enero del 2016, la Fiscalía remitía un escrito al juzgado de instrucción número 2 de Santiago interesando el sobreseimiento provisional de las actuaciones. Entendía el ministerio público que de las pesquisas practicadas no podía determinarse una relación causal entre el trágico incidente y las actuaciones del Concello, de la concesionaria del mantenimiento del alumbrado público municipal -Ferrovial- y de la empresa que certificó la instalación -Atisae-.

También solicitó el archivo de la causa la representación legal del trabajador de Ferrovial investigado por este asunto. Lo hizo a través de un escrito que tiene fecha del 18 de enero del año pasado. Poco después, el 16 de marzo del 2016, la magistrada Guillén Vázquez tomaba la decisión de ordenar el sobreseimiento provisional de las actuaciones al no estimar «debidamente justificada la perpetración del delito» al no existir en su opinión un nexo causal demostrable entre la supuesta negligencia del Ayuntamiento y las empresas con la muerte de la adolescente.

Los padres recurrieron

Los padres de Anna Nieto, que están personados en la causa como acusación particular, recurrieron el archivo de las actuaciones y la Audiencia Provincial les dio la razón en un auto con fecha del 16 de septiembre del año pasado. En él, el magistrado Jorge Cid Carballo recordaba que los progenitores de la fallecida consideran que la farola que electrocutó a su hija «presentaba serias deficiencias y que se incumplió la normativa existente», conducta que estiman encaja en la del delito de homicidio por imprudencia.

La Audiencia consideró «incorrecta» la decisión de archivar el caso porque un hecho tan grave como la muerte de una adolescente al tocar una farola municipal exige una investigación «minuciosa que descarte la existencia de comportamiento negligente». De este modo, ordenaron reabrir el caso y llevar a cabo más diligencias de instrucción.