Y la reválida se fue como vino

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez CON BISTURÍ

SANTIAGO

30 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La reválida de segundo de bachillerato pasará a la historia como uno de los grandes fracasos de la política educativa del Partido Popular. El ministro del culto al esfuerzo, el analista José Ignacio Wert, retomó la idea de su homóloga Pilar del Castillo para volver a instaurar esta prueba de los años sesenta. Porque ya del Castillo trató de legislar en la fallida LOCE una reválida a los 18 años. Fue en la legislatura 1999-2004, pero tras la llegada de Zapatero al Gobierno, se acabó la LOCE y se acabó la reválida.

Con Wert volvió la idea de las reválidas, y a lo grande. En primaria, en secundaria, en bachillerato, todo el mundo a revalidar. Esta prueba fue la bandera de la ley educativa del PP, la Lomce, dispuesta a retomar la excelencia y a escalar puestos en el famoso informe PISA. Comenzaron las pruebas en primaria suavizando su impacto y le tocó el turno a las de las de secundaria. Y empezaron a descafeinarse. El acuerdo al que han llegado las comunidades con el Ministerio de Educación es un carpetazo en toda regla a esta prueba.

Tanto en tercero y sexto de primaria como en cuarto de secundaria esta especie de examen solo tendrá valor muestral, sin ninguna validez académica. Y la dichosa reválida de bachillerato no será más que la selectividad de toda la vida, es decir, una prueba para acceder y ordenar el acceso a la universidad.

Aliviados habrán quedado los miles de estudiantes gallegos y compostelanos que hace unos meses iniciaron segundo de bachillerato, y más de uno pensará, tanto nadar para morir ahogado en la orilla.