El Obradoiro se saca un peso de encima con su triunfo en Murcia

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Pascu Mendez

La celebración en la pista y en el vestuario tuvo un efecto liberador

29 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La de Murcia fue una victoria con valor añadido, porque el Obradoiro se sacó un peso de encima. No hay más que ver la celebración a pie de pista, que tuvo continuidad después en el vestuario. Cuando Pustovyi recibe el balón decisivo, en el banquillo empiezan a levantarse. Cuando acaricia la red, Urtasun salta la vaya de publicidad, lo mismo que Bendzius y Pechacek. Tomas Richartz, el fisioterapeuta, lanza el puño al aire. Yusta, al frente. Whittington tira la toalla al suelo. Cárdenas y Pozas dan botes junto a la valla de publicidad. Y Llovet sale a la carrera para fundirse en un abrazo con Pustovyi.

Acababan de darle un giro de ciento ochenta grados a un guion conocido que esta vez tuvo un desenlace distinto: buen arranque de partido, bajón a mitad de camino, mucho esfuerzo para recuperar terreno y, por fin, premio, a una décima para el final. Suponía romper la dinámica de varios partidos en los que el triunfo se escapó en la recta de llegada.

Es la tercera victoria del curso. Las mismas que tienen el propio Murcia, el Estudiantes, el Zaragoza, el Betis, el Fuenlabrada y el rival de este sábado en Sar, el Joventut. Para ese encuentro probablemente no estará todavía Urtasun, que sigue avanzando por buen camino en su recuperación. Después al Obradoiro le tocará su jornada de descanso. Y en el siguiente fin de semana, el domingo 18, visitará al Real Madrid. En medio quedarán quince días para apuntalar detalles y, si no hay contratiempos, completar la recuperación del alero.