Vieiro quiere abrir los fines de semana y cobijar a los sintecho

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

El arzobispo se comprometió a atender la petición de los usuarios

28 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El frío del cuerpo y del alma se cura con un café caliente y algo de compañía en el centro Vieiro que gestiona Cáritas en Costa Vella. Pero las instalaciones permanecen cerradas los fines de semana, y los sintecho que hicieron de ese servicio su hogar, se quedan en la calle los festivos, algo que se hace todavía más duro ahora que las temperaturas enfrían las entrañas. Porque tampoco hay alternativas en Santiago, tal y como explicaron ayer los usuarios al arzobispo, Julián Barrio, que visitó las instalaciones con motivo de las jornadas de puertas abiertas que celebra el centro para dar visibilidad a quienes la vida los dejó en la calle.

Aunque los usuarios ya hace días que recogen firmas para pedir que Vieiro abra también los fines de semana, quien ejerció de portavoz ante el arzobispo de Santiago fue Mónica, una usuaria en silla de ruedas que le explicó lo duro que es pasar 48 horas en la calle, que el fin de semana se vuelve muy largo. Julián Barrio recogió el guante: «La situación de ustedes a mí no me es indiferente -les dijo-. Vamos a pensar una solución».

La solución pasaría por un cambio de turno entre los trabajadores o la contratación de más personal. Tal y como explicó la responsable del centro, Patricia Camiña, «nosotros los apoyamos y creemos que se puede llegar a una solución».

Las negociaciones tuvieron lugar en un ambiente muy familiar en el que el arzobispo compartió la soleada mañana de ayer con los usuarios que agradecían tener las instalaciones abiertas un domingo para tomar un café, compartir un trozo de rosca o entregar un regalo a Julián Barrio, que lo agradeció con una amplia sonrisa: «Ustedes son maestros en una escuela por la que todos deberíamos pasar», les dijo.

Ampliar el servicio será más fácil el próximo año, cuando Vieiro se traslade a las nuevas instalaciones de Carretas, que ahora están en obras. «Pensamos que este año cuando viniese el arzobispo ya estaríamos allí, pero no pudo ser; tardaron un año en concedernos la licencia», se quejaba Anuncio Mouriño, director de Cáritas Diocesana de Santiago. En la rehabilitación del local se van a invertir 400.000 euros, pero el esfuerzo económico se hace necesario para atender las necesidades de los 120 usuarios que a diario pasan por Vieiro para tomar un café caliente, darse una ducha, acudir a los talleres o simplemente compartir una charla en el lugar que más se parece a su hogar perdido.