«A finales de los 60 hacíamos una media de 150 conciertos al año»

Brais Capelán SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

CEDIDA

Asegura que el parón de la banda fue «por los estudios y, sobre todo, por las novias»

18 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia de Linces Pop comenzó en el colegio La Salle hace 49 años y terminó en el Auditorio Abanca el sábado pasado. Un disco (editado este mismo año) y cientos de conciertos son los recuerdos que se lleva el compostelano Antonio Viñas a su retiro dorado en Lanzarote.

-¿Cómo fue ese último concierto?

-Muy emotivo. Incluso nos animamos a meter instrumentos de viento en nuestras canciones insignia para que fuese más especial.

-¿Pudo aguantar las lágrimas?

-Hubo lágrimas, lo reconozco. Me emocioné, porque mis compañeros y miembros de otras bandas me tenían preparados unos regalos. Fue emocionante, pero era algo que teníamos que hacer, ya que cada componente vive en una ciudad distinta y tiene su trabajo. ¿Cuándo íbamos a ensayar? Eso nos llevó a tomar la decisión de retirarnos, pero no fue únicamente porque yo me haya venido a vivir a Lanzarote.

-Hacía poco que se habían reunido de nuevo.

-Hace cuatro años que volvíamos a actuar juntos, y hemos conseguido sacar nuestro primer disco. Ese será el recuerdo que nos quede para nuestros hijos y nietos.

-Hace 49 años que arrancaban su aventura en La Salle.

-A finales de los 60 nos conocimos todos en el colegio. Cada uno tenía su banda de música y acabamos formando los Linces. Tuvimos varios cambios en la formación, sobre todo, en el bajo. Recuerdo que durante aquellos años hacíamos una media de 150 conciertos al año. Nuestro período de actividad fue entre el 1967 y el 1971. Empezamos con 15 años y lo dejamos con 19.

-¿Por qué decidieron dejarlo?

-Por sobrecarga de trabajo. En aquella época actuábamos mucho y no teníamos tiempo para nada. No podíamos tener relaciones con chicas, porque un día estábamos en una ciudad y al siguiente en otra, y no había tiempo para ligues. Así que lo fuimos dejando por los estudios y, sobre todo, por las novias.

-¿No se plantearon sacar un disco en aquel momento?

-Fue una asignatura que siempre nos quedó pendiente. Éramos muy jóvenes y no teníamos ni los medios ni los recursos adecuados para grabarlo en condiciones. En Galicia estábamos muy atrasados con respecto a lo que se entiende como industria musical.

-¿No se arrepienten de no haber continuado?

-Ahora, pensándolo en frío, sí que te arrepientes. Pero en aquel momento necesitaba conectar con el mundo. Fue más una necesidad que otra cosa. El trabajo, los estudios y las chicas. Todos teníamos nuestras preferencias. Chema fue el componente que siguió vinculado a la música

-¿Cómo fue su regreso?

-Nosotros comenzamos a actuar en La Salle, en el festival del colegio. En el 2012 decidimos reunirnos para un concierto en el mismo evento y surgió de nuevo el gusanillo de la música. Tuvimos la idea del disco y estuvimos colaborando con oenegés y actuando en varias ciudades. Pero la industria ha cambiado y no aspirábamos a nada más que pasarlo bien. Fue todo fruto de la ilusión de juntarnos de nuevo.

-¿La retirada es definitiva?

-Por mi parte creo que sí. Si tuviésemos tiempo para ensayar y preparar cosas nuevas, me lo replantearía. Pero no quiero seguir haciendo lo mismo que hacíamos hace 40 años. En Lanzarote tengo amistades que también tocan, con las que matar el gusanillo, pero siempre me quedará el recuerdo de los Linces.