Piden un plan urgente para dotar al casco histórico de banda ancha

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

xoán a. soler

Hoteles y empresas operan con la velocidad de un mega, obsoleta e insuficiente

28 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Si se repasa la hemeroteca de hace quince años, los problemas del casco antiguo de Santiago siguen siendo los mismos que hoy». Lo dice el gerente de Compostela Monumental, que se queja de las idas y venidas que a lo largo de los años se sucedieron entre los vecinos y los empresarios de la zona vieja hasta Raxoi sin que hayan dado ningún fruto, porque todo sigue igual y no se ha dotado a la ciudad histórica de ninguno de los servicios que necesita y reclama.

Uno de ellos es la conexión a Internet, un problema que encalla en cuanto se llega al artículo 53 del Plan Especial de Protección del Casco Histórico, que impide cablear a la vista y obliga a enterrar cualquier instalación de ese tipo, como la banda ancha necesaria para obtener un buen servicio. Las protestas de los estudiantes que se acaban de instalar en pisos de la zona vieja se suceden todos los años, y a ellas se suman las de los propietarios de edificios y los empresarios que operan en la zona. Los hoteles, por ejemplo, que se tienen que conformar con una velocidad que no supera el mega, algo obsoleto hoy en día cuando el ADSL común no baja de los tres megas e incluso se sitúa entre los cinco y los diez megas si el usuario tiene que bajarse vídeos, consultar páginas con imágenes o enviar contenidos con mucho peso.

El gobierno local dice que es consciente del problema y que ya está trabajando con las operadoras para mejorar el servicio, pero de momento no se aportan las soluciones que Compostela Monumental pide, y no desde hace un par de años, sino desde hace tres lustros.

Como recuerda su gerente, José Ángel Blanco, no es un problema con Compostela Aberta. «Viene de atrás, no se arregló ni con el PSOE ni con el BNG ni con el PP, no hay una política seria para solucionar el problema», se queja.

El colectivo ya pidió hace años que se desarrollase un plan en el que entrasen no solo las administraciones, sino también el Consorcio de Santiago y los empresarios, de tal manera que se cablease el subsuelo del casco antiguo. «Por supuesto, por zonas, y aprovechando para colocar de una vez todos los servicios; banda ancha, gas ciudad... Que no levantasen el suelo de cada vez». Incluso llegó a aprobarse en el Consorcio, «pero supongo que por falta de presupuesto, no fue adelante».

Ante la falta de soluciones, los socios de Compostela Monumental buscaron alternativas, como la instalación de una red wifi que fue un fracaso. «El mantenimiento era muy alto y los repetidores no funcionaban. Seis años después, lo desestimamos». Y recuerda Blanco que el Concello, lejos de aprender de esa experiencia frustrada, invirtió posteriormente en una red wimax que tampoco resultó operativa. «Se dilapidaron dos millones de euros en la época de Mercedes Rosón».

La situación, por lo tanto, sigue paralizada quince años después, y mientras, hoteles con encanto de la zona antigua y empresas que pretenden ser competitivas desde el casco histórico de una ciudad declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, poco más pueden hacer con sus ordenadores que enviar un correo electrónico.

La solución no es fácil ni barata, porque implicaría levantar las calles afectadas para la colocación subterránea del cableado, pero de la misma forma que en su día se invirtió en dotar a las zonas rurales de Internet, también el casco histórico compostelano merece estar en el siglo XXI.