Los Desesperados quieren ser Águilas

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

CEDIDA

La banda de Milladoiro, detenida por siete nuevos robos, se autobautiza con el nombre del ave rapaz para evitar que les llamen por la etiqueta que les puso la Guardia Civil

04 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay muchos en Milladoiro que no hayan oído hablar de los Desesperados. Especialmente los comerciantes y dueños de pequeños negocios, que sufren cada dos por tres sus indeseadas visitas nocturnas en forma de robo con fuerza. Los que los conocen al dedillo son los agentes del puesto principal de la Guardia Civil en la localidad amiense, que los siguen desde hace meses, los vigilan y los han detenido en numerosas ocasiones. Fueron ellos, los miembros del instituto armado, los que bautizaron al grupo delictivo con el nombre de los Desesperados. El apelativo hace referencia a la forma compulsiva y chapucera con la que llevaban a cabo sus golpes, en los que asaltan sin orden un establecimiento tras otro porque en muchas ocasiones fallan y no son capaces de forzar la puerta de entrada. No en vano, muchos de los delitos que se les achacan son en grado de tentativa porque no se llegaron a consumar.

Miembros de la banda de los Desesperados han sido detenidos en numerosas ocasiones. Su cabecilla es V. M. C. D., un hombre de 33 años que es el que indica a otros entre cinco y seis chicos mucho más jóvenes dónde, cuándo y cómo actuar. La Guardia Civil lo ha vuelto a arrestar y ayer se encontraba aún detenido por orden del juez de guardia en relación no solo a robos con fuerza, sino a otro caso que está siendo investigado.

Junto a V. M. C. D., la Guardia Civil de Milladoiro ha identificado a otros dos miembros del grupo como presuntos autores de otros siete robos con fuerza en Milladoiro, tres de ellos en grado de tentativa porque no fueron capaces de forzar la puerta de los locales que asaltaron. Las víctimas en este caso fueron varias peluquerías, centros de estética e incluso una ludoteca. Los investigadores no descartan que en las próximas horas puedan también imputarles otros delitos aún pendientes de esclarecer, entre ellos varios robos en el interior de vehículos.

Más que sus continuos problemas con la ley, lo que de verdad preocupa a este grupo de delincuentes es el nombre con el que los etiquetó la Guardia Civil. No les ha gustado nada que les llamen los Desesperados y que sea con ese calificativo con el que les reconozcan en Milladoiro. Tanto les ha molestado que han optado por autodenominarse con un epíteto más lustroso: los Águilas.

Y es así, como los Águilas y no como los Desesperados, como estos delincuentes habituales quieren que se les conozca en Milladoiro. Tanto es así, que no dudan en advertírselo a los vecinos para que dejen de llamarlos con el nombre con el que les bautizó la Guardia Civil.

La verdad es que, visto cómo se desempeñan, el nombre que les pusieron los agentes del instituto armado se les ajusta mucho más, porque este grupo no parece estar dotado de la precisión y agudeza de las aves rapaces con las que quieren que se les identifique. No puede calificarse como unos águilas a unos ladrones que de los últimos siete negocios en los que intentaron entrar solo consiguieron forzar la puerta de cuatro de ellos. Unos auténticos águilas escogerían también mejor sus víctimas, porque los botines suelen ser escasos y causan más daño por lo que destrozan que por lo que se llevan. Y, también, unos verdaderos águilas tendrían más éxito a la hora de esconder sus acciones a las fuerzas del orden. Por el contrario, los integrantes de esta banda de Milladoiro han sido detenidos en muchas ocasiones y si siguen en la calle es porque, tras declarar, los jueces los han dejado hasta ahora en libertad con cargos.