Hay sectores que, en los últimos años, han sufrido especialmente el golpe de la crisis. La construcción es, sin duda, el buque insignia de la recesión. Carlos Naveira no se enfrentó a ese problema, ya que era directivo de una multinacional y trabajaba fuera de España. Dejó su empleo y ha vuelto a Galicia, donde ahora se está orientando a la alta tecnología enfocada a la construcción: la domótica. «Soy delegado y creador de la sección en Santiago de IPA, una empresa de Ourense que busca ampliar su negocio», explica Naveira. ¿Por qué elegir Santiago? Carlos lo tiene muy claro: «Su ubicación es perfecta para comunicarse con todo el eje atlántico y, además, es la capital de Galicia».
No todas las empresas que se registran son estrictamente nuevas: la de este ingeniero es una delegación de una ya existente, pero el hecho de que hayan elegido Compostela, inicialmente a través del vivero de la Cámara de Comercio, como el lugar ideal hacia el que expandirse no deja de ser reseñable. «Ya estamos plenamente operativos, ahora solo falta asentarse», explica Carlos, que trabaja en un sector en la que la mayor parte de los contratos van destinados a empresas. «En Galicia, por culpa de malas experiencias pasadas, no triunfa la domótica a nivel doméstico», se lamenta. «Pero las empresas cada vez recurren más a ella y en el sector público harán falta más edificios sostenibles», añade.