Una compactadora dará solución al problema de la basura en el Franco

r. m. santiago / la voz

SANTIAGO

El problema del depósito de residuos en el casco viejo se evidencia especialmente en el Franco y Raíña.
El problema del depósito de residuos en el casco viejo se evidencia especialmente en el Franco y Raíña. S. I.

Raxoi recuperará esa vía en el entorno de Fonseca además de buscar otras salidas

11 may 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

El casco viejo volverá a contar con una compactadora de residuos sólidos. Esa es la solución que aportará el Concello para atajar el problema que está provocando el depósito de bolsas de basura fuera de contenedores, cuando no también de horarios, a las puertas de locales de hostelería en el Franco y A Raíña. No será la única medida, pero parece que sí la más inmediata después de las conversaciones que el gobierno local ha mantenido con la concesionaria de la limpieza (Urbaser), su comité de empresa y la recientemente creada asociación Vicus Francorum, que agrupa a locales del Franco.

Compostela Aberta es consciente de que esa solución ya estuvo a disposición del sector desde finales de los 90 y hasta el 2010. Y también de que fracasó. «Non se estaba usando correctamente», asume el concejal de Medio Ambiente, Xan Duro, quien ha decidido recuperar la iniciativa con el compromiso de dicha asociación de que ahora sí se usará correctamente. Sus mismos integrantes reconocen «o problema de imaxe pública para o turismo dese lixo amoreado na rúa», sostiene el edil.

Y el verano lo hará más evidente. De ahí la intención de que la compactadora comience a funcionar de forma inminente, en dos o tres semanas. Solo está pendiente de que la comisión asesora del casco histórico le dé el visto bueno y se precise la mejor ocupación. Porque su instalación también supondrá un impacto que se querrá minimizar con la localización más adecuada teniendo en cuenta esa circunstancia y la accesibilidad para sus usuarios. La anterior estuvo en la rúa Fonseca. Y de momento, a falta de concretar su ubicación, Duro solo avanza que será en ese entorno. Mientras, el edil continúa abordando con Urbaser, sus trabajadores y Vicus Francorum otras vías para atajar un problema cuyas soluciones advierte complejas por la combinación de una alta concentración de establecimientos de hostelería con el uso residencial, aunque menor, y la estrechez de ambas calles.

La compactadora, que evitará «meter camións por esa zona diariamente», dice, comenzará a funcionar de nuevo con el pláctet de Vicus Francorum. La asociación se lo dio ayer mismo (tras la reunión que mantuvo con Xan Duro) con el compromiso, por su parte, «de dar uso a este nuevo modelo de gestión de residuos» y con la expectativa de que «ayude a minimizar los graves problemas de acumulación de basura que vienen padeciendo los establecimientos de la calle», problemas que vinculan con la «insuficiente» dotación de contenedores y que conllevan otros de «imagen e higiene».

Pero desde este colectivo, y en paralelo a esa instalación, demandan también al Concello que refuerce la información al sector sobre sus obligaciones a la hora de gestionar sus residuos. Y sugieren que comiencen a utilizarse los pequeños vehículos eléctricos que ya tiene Urbaser, «por el momento sin uso», dicen al tiempo que defienden su utilidad «en entornos como el casco histórico». Las conversaciones para aportar una solución más amplia a un problema que llegó al último pleno municipal, a través de una moción de los nacionalistas, continúan. Ya estaban iniciadas con anterioridad a esa sesión, pero todavía no han concluido. El viernes Duro se reunirá de nuevo con el comité de empresa de Urbaser. Pero Vicus Francorum ha puesto ya otro problema sobre la mesa de Duro: el actual modelo de carga y descarga para la zona vieja. Advierten que debe revisarse.

Los operarios del servicio de recogida urgen medidas

Santiago «non se merece» la imagen que se está dando en esa zona. Lo decía en el último pleno el portavoz del BNG al defender una moción que urgía una solución y que prosperó por unanimidad. Pero no se trata solo de cuestión de imagen. Lo apuntaba también Rubén Cela después de que el presidente del comité de empresa de Urbaser, Ricardo Méndez, relatase en esa misma sesión los problemas con los que se enfrentan día a día en la recogida de ambas rúas: bolsas con sobrepeso fuera de los contenedores y con cristales, u otros elementos cortantes, que convierten su trabajo en un riesgo. Un «incivismo que non se pode tolerar», decía al tiempo que reclamaba una Compostela limpia y un trabajo «con garantías para a nosa saúde no día a día». Y como hizo entonces, ayer insistía en demandar que se cumpla la normativa sobre el depósito de residuos en la calle: «Teñen contedores e non os utilizan, é unha porcentaxe moi baixa quen o fai». «Dannos cursiños de prevención e se o aplicas a raxatabla non recolles», concluye Méndez.