Fue el hospital gallego que más donantes de órganos captó, y ya nota los buenos efectos de los nuevos fármacos para la hepatitis C
15 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El 2015 fue un buen año en actividad de trasplantes y captación de órganos en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). Según datos de la Oficina de Trasplantes de la Consellería de Sanidade, y de la Unidade de Transplante Abdominal del Clínico (UTAB), se realizaron 80 trasplantes, 17 más que en el 2014. De esa cifra, 44 fueron de riñón (20 más que el año anterior), que es la cantidad más elevada de este tipo de injerto desde que empezó a efectuarse en Santiago, en la década de los ochenta. Los otros 36 fueron de hígado, 3 menos que en el 2014.
Tres de los injertos renales fueron de donante vivo. Es decir, una persona donó un riñón a otra; y actualmente están en estudio varios casos más, de momento entre familiares.
Además, dos pacientes que estaban en lista de espera para ser trasplantados de hígado en Santiago, salieron de esa situación al experimentar una importante mejoría. Esto se debió a que les administraron los nuevos fármacos, efectivos para la hepatitis C. El jefe de la UTAB, Evaristo Varo, considera que es un dato positivo, pero aún hay que esperar algún tiempo para conocer el impacto real de esos tratamientos en la lista de espera de trasplante hepático: «Si se amplía el número de personas beneficiadas por esos tratamientos, con un mayor número de indicaciones que las reconocidas hasta ahora, probablemente el efecto sea mayor», sostiene.
Además, el último año el CHUS fue el centro asistencial gallego que captó más donantes de órganos, 26 en total. Suman 8 más que en el ejercicio anterior. Le siguen el complejo hospitalario de A Coruña, con 25; y el de Vigo con 24. Aunque por ciudades, Vigo se situó líder, pues en el centro privado Povisa se extrajeron también órganos a 4 pacientes. Las negativas familiares para donar órganos de personas fallecidas en el hospital que reúnen condiciones descendió hasta el 22,7 % en Galicia. Es de las mejores alcanzadas desde 1996, pero todavía superior en varios puntos a la media de España, donde las negativas son menores.
Se redujo asimismo la edad media de las personas fallecidas a quienes se extrajeron órganos (61,6 años en Galicia); y la causa del óbito es cada vez más un accidente cerebrovascular (en el 74,3 % de los casos) y se reducen las personas fallecidas tras un accidente de tráfico grave, apenas un 3,7 % de los donantes.