Pedro Olalla: «España presenta muchos paralelismos con Grecia»

La Voz

SANTIAGO

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El escritor y profesor Pedro Olalla reside en Grecia . < / span>

El escritor, que acaba de publicar «Grecia en el aire», estará esta tarde en la Facultade de Filoloxía

12 ene 2016 . Actualizado a las 12:33 h.

El escritor, profesor y reconocido helenista, Pedro Olalla, ofrecerá hoy una conferencia sobre Grecia a las 18.00 horas en el salón de Grados de la facultad de Filoloxía, invitado por la Sección Gallega de la Sociedad de Estudios Clásicos.

-El título es «Grecia: crisis y democracia», pueden parecer incluso conceptos antagónicos...

-No tendrían que ser antagónicos. Si tomamos crisis en su sentido etimológico, superar una crisis significa un replanteamiento y avanzar hacia algo diferente. Pero, en el fondo, esto no es una crisis. Esto es una operación de extorsión, de saqueo, que está siendo dirigida contra el pueblo griego y que tiene muchos matices, pero que se está resolviendo en una operación para garantizar el cobro de sus acreedores, para permitir que los acreedores se hagan con la riqueza nacional, para dinamitar el estado de Derecho y las conquistas de la democracia en el terreno social, medidas laborales, sanitarias... Ninguna de las medidas que se están aplicando supuestamente para superar la crisis van en la dirección de la superación, son medidas para aprovecharse de ella. Esto ha pasado muchas veces en el mundo. La singularidad es que ahora sucede en un país del primer mundo, de la UE y dentro las fronteras de la Eurozona. También tiene la particularidad de tratarse de un país que tiene que pagar una deuda que no puede controlar. No hay precedente histórico que haya tenido que pagar una deuda de estas características y salir de un plan sin el control de la moneda. Esta crisis, entre comillas, parece diseñada para atentar contra la democracia.

-¿Incidirá en ello en la charla?

-Trataré del choque entre la crisis y la democracia haciendo una visión panorámica de lo que ha sido la crisis griega en los últimos años y lo que fue la democracia en la antigua Atenas, y lo poco que tiene que ver con las democracias actuales. Lo que se dice de que nuestras democracias son una versión adaptada a la realidad del presente es una absoluta falacia.

-¿Se ha perdido su esencia?

-Es un proyecto político diferente, que usa el prestigio histórico de la antigua democracia para legitimar intereses de una oligarquía dominante. Nada tiene que ver con la identificación de los gobernantes y los gobernados, que es el principio básico de la democracia ateniense. En nuestras democracias actuales hay una brecha enorme, y cada vez más grandes, entre el Estado y los ciudadanos.

-¿Cayó el interés por Grecia?

-Grecia es un laboratorio donde se están ensayando las políticas neoliberales dentro de las fronteras europeas, donde se está experimentando con la reacción social, y debería estar en el centro de interés. España presenta muchos paralelismos con la situación griega. Se están aplicando medidas de austeridad y neoliberales tan grandes como las griegas de una manera más encubierta.

-Entonces, el mensaje de que España no es Grecia no es real...

-No deja de ser el discurso que se ha sembrado para no pensar que España está en la misma situación. Y yo me pregunto, ¿acaso la política española es menos dependiente de las presiones de los mercados internacionales? ¿Acaso hay menos corrupción? ¿Acaso el paro es menor en España? ¿Acaso la educación, la sanidad, las pensiones están garantizadas para siempre? Habría que responder con sinceridad a estas preguntas para saber si España es Grecia o no.

-¿Precisaría reescribir su libro «Grecia en el aire» al precipitarse los acontecimientos?

-Pese a que Grecia en el aire fue escrito entre los años 2010 y 2014, mientras Grecia se derrumbaba, he intentado que no fuera un libro fugaz. Es el segundo de una probable trilogía, que espero cerrar con uno con el drama de telón de fondo.