Isauro López admite ser «un golfo» pero no el asesino de su examante

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El juicio al compostelano, que se enfrenta a 52 años de cárcel, empezó ayer

31 oct 2015 . Actualizado a las 23:47 h.

Como «un golfo», pero en ningún caso un asesino. Así se ha reconocido el constructor compostelano Isauro López Hidalgo en su declaración en el juicio contra él por inducción al asesinato que se inició ayer en la Audiencia Provincial de Castellón y en el que el fiscal y la acusación particular le solicitan 52 años de prisión por el crimen de su examante, la cubana de 25 años de edad Yalennis Valero, y de otro amigo de la víctima, Juan Manuel Mata, de 23 años. El crimen tuvo lugar el 12 de junio del 2005 en la localidad castellonense de Cálig y el empresario está acusado de haber encargado el asesinato, que finalmente ejecutaría un hombre, Emilio Pérez Rivera, que ya fue juzgado en el 2008 y condenado a 44 años de cárcel. Junto a López Hidalgo se sienta en el banquillo un tercer implicado, Manuel Antonio Mas Julián, conocido como El Gordo, al que la investigación señala como el intermediario que contrató al sicario. Las acusaciones también solicitan para él 52 años de cárcel.

Ayer tuvo lugar la primera jornada del juicio. Tras la constitución del jurado popular que juzgará el caso le llegó el turno a Isauro López, que fue interrogado por las partes. A preguntas del fiscal, el constructor explicó que conoció a Yalennis Valero en Cuba, donde dijo que ejercía la prostitución «por necesidad» y que su marido era su proxeneta.

Tras aquel primer encuentro, el empresario aseguró que ayudó económicamente a la mujer primero para que le visitara como turista y después, en 1998, para tramitar la documentación ante el consulado y que pudiera volver a España. Tras esta segunda vez le prestó un apartamento y la chica se quedó a vivir en Santiago y, según admitió, mantuvieron «contactos sexuales» por los que ya no pagaba a la mujer sino que «le llenaba la nevera» y le compraba cosas.

«No estaba enamorado»

El empresario negó, eso sí, que Valero fuese su amante porque «no estaba enamorado» y definió la relación como «una amistad con derecho a roce» y como «una amiga a la que apreciaba mucho» y con la que se acostaba «a veces». Fue en este momento en el que Isauro López se reconoció como «un golfo», porque al tiempo que estaba casado tenía relaciones sexuales con Valero y era amante de otra mujer con la que llegó a tener un hijo.

La joven cubana decidió pasado un tiempo volver a su país, aunque regresó a España en el 2003 y el constructor retomó su relación con ella. Le dio un coche, le abrió una cuenta bancaria con casi 7.000 euros y le facilitó un piso en Benicarló, donde también le consiguió un puesto de trabajo. A partir de ese momento, él hizo frecuentes viajes al municipio castellonense, donde tenía negocios, y aprovechaba para visitar a la chica, a la que luego ayudó a traer a España a su madre y a su hermana.

Yalennis Valero comenzó entonces a vivir con su hermana en Benicarló y, según el fiscal, fue a partir de ese momento cuando el acusado comenzó a ejercer un férreo control sobre ambas llegando incluso a amenazar a chicos que se relacionaban con su amante. A finales del 2004, ella rompió la relación y posteriormente se fue a vivir a Cálig. Es en ese momento cuando las acusaciones aseguran que el empresario decidió asesinarla. Según el ministerio público, el constructor compostelano se puso entonces en contacto con el otro acusado, Manuel Antonio Mas, y le encargó la contratación de un sicario para perpetrar el crimen, algo que López Hidalgo ha negado rotundamente y ayer declaró que no conoce «de nada» al presunto intermediario al que está acusado de ordenar el crimen.

Dice que él dejó a la joven

El acusado dio otra versión de los hechos y aseguró que fue él quien decidió romper la relación «porque las cosas se habían deteriorado, me podía complicar la vida y creía que ya había pasado un tiempo prudente para ayudarla». En su interrogatorio rechazó también que vigilase o presionase a la víctima para que permaneciese a su lado, así como que amenazase a otros amigos de la joven por tener relación con ella.

López solo pudo contestar ayer a las preguntas del fiscal, por lo que continuará declarando el próximo lunes. Ese mismo día está también previsto que responda a las partes el segundo acusado, Manuel Antonio Mas Julián. En la primera sesión de la vista oral estuvieron presentes los familiares de los dos jóvenes asesinados con pancartas reclamando justicia.