El Concello estudia subir el IBI a las rentas altas en función del uso

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El equipo de Noriega emprenderá las negociaciones esta semana con PSOE y BNG y después con el PP.
El equipo de Noriega emprenderá las negociaciones esta semana con PSOE y BNG y después con el PP. á. b.< / span>

Iniciará esta semana la negociación de las ordenanzas fiscales y el presupuesto con la oposición

21 sep 2015 . Actualizado a las 07:45 h.

Tras los primeros cien días de «pretemporada» al frente del gobierno municipal, Compostela Aberta (CA) afrontará esta misma semana la negociación con la oposición de las ordenanzas fiscales y los presupuestos para el 2016, para los que necesita el respaldo de al menos uno de los dos grupos que le pueden dar los votos necesarios, PSOE o PP. María Rozas, concejala de Economía e Facenda, prevé tener un encuentro en primer lugar por separado con los partidos de una política más afín, PSOE y BNG, y hacia finales de mes o principios del próximo con el PP para exponerle sus propuestas y tratar de llegar a un punto de acuerdo.

Estas propuestas del equipo de gobierno en materia de ordenanzas fiscales pasan por incluir mecanismos «máis flexibles» que permitan la redistribución de las tasas. Para ser más concretos, CA estudia subir el IBI para las rentas más altas en función del uso asignado a los inmuebles (de tipo comercial, industrial, de ocio y espectáculos, etcétera). Explican que la ley permite un margen del 10 % en este caso y puntualizan que no prevén subidas fiscales con carácter general. Además, el gobierno local planea introducir nuevas bonificaciones en el rural, dado que hay zonas en las que no disponen de todos los servicios municipales que en teoría el Concello debería prestar, al igual que habría en la ordenanza de circulación bonificaciones para automóviles híbridos por contribuir a la mejora ambiental.

De cara a las negociaciones con el equipo de gobierno, el PSOE señala que «temos cousas moi concordantes en temas de emprego, política social, urbanismo e desenvolvemento económico; e coincidimos tamén nuns orzamentos que defendan as políticas públicas». «Estou convencido que, pensando no mellor para a cidade, vai chegar un acordo», asegura Paco Reyes, quien añade que la expectativa es fraguar «uns orzamentos moi diferentes aos dos últimos catro anos».

El PP defiende que «a liña a seguir é a dos dous últimos anos, nos que se tramitaron rebaixas fiscais tanto no 2013 coma no 2014». Agustín Hernández sostiene que «a mellora nas Administracións ten que notarse nas cargas fiscais sobre os cidadáns» y su respaldo dependerá, en buena medida, de que Santiago «siga sendo unha das cidades que menor presión fiscal ten engadida».

Y Rubén Cela, consciente de que los dos ediles del BNG no son determinantes en la negociación, dice que en esta ocasión «agardo non toparme co muro de pedra destes últimos anos» y plantear cuestiones «arriscadas, pero moi estudadas», como gravar la vivienda vacía, un pago de impuestos a la carta y la exención o bonificación de tasas atendiendo a la situación económica familiar. En cuanto a los presupuestos, defiende «un cambio de prioridades a favor dunha política social e de emprego» y reprueba a CA que renunciara a unas cuentas participativas hasta el 2017.