La dotación económica es escasa pero el gobierno local confía en Ana Pastor
19 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La construcción del enlace orbital difícilmente estará construida o avanzada en el año que viene. Quedará para el 2017. Fuentes conocedoras del proyecto explican que la misión es imposible con la disposición económica ministerial para el ejercicio del 2016, que únicamente contempla tres millones de euros para esta actuación. Salvo que se lleve a cabo una modificación presupuestaria, dichas fuentes indican que esa cantidad «no da ni para los trabajos del comienzo», por lo que no justifican el optimismo de los grupos municipales de Santiago, incluido el equipo gobernante.
El importe global de la actuación asciende a 46 millones de euros, de acuerdo a la evaluación ministerial del total del proyecto, que unirá la autovía de Lavacolla (A-54) con la autopista y ampliará la AP-9 hasta el acceso de San Lázaro. Representa en torno al 7 % del coste de la obra.
Los responsables del gobierno local justifican su optimismo en base al «optimismo da propia ministra». Refieren que en su reciente encuentro con Ana Pastor, la titular de Fomento les dio garantías de que las obras estarían licitadas antes de fin de año. «Nós temos que confiar niso y en que buscarán a necesaria financiación. Nós non financiamos a actuación», resaltan los gobernantes locales.
La conexión de la AP-9 y la autovía A-54 se producirá mediante un enlace en la AP-9, en el kilómetro 64,5, y consistirá en una glorieta superior sobre la autopista con la que conectará con el actual enlace de la autovía de Lavacolla en San Marcos mediante un vial de doble calzada.
Ampliación
El proyecto contempla asimismo la ampliación de la capacidad de la autopista desde el entorno del enlace orbital hasta la salida de la AP-9 en la zona de San Lázaro.
Este proyecto orbital, aunque estaba en la agenda ministerial desde hace unos años, fue tramitado con posterioridad a la ampliación de la autopista entre el sur y el norte de Santiago. Las obras de Audasa avanzan por la zona de la carretera de Ourense a un ritmo que seguramente culminará en los 21 meses fijados.
La programación de la obra, presentada en su día por el Ministerio de Fomento, implica una conexión con la autovía en un solo sentido. Ese será el proyecto que habrá de ejecutar Audasa. Y seguramente después deberán volver las máquinas a la zona para construir el enlace orbital, que recogerá los dos sentidos de circulación, de forma que desde la autopista los conductores podrán circular hacia el aeropuerto. La unión de los dos corredores es una deuda con la ciudad que Madrid no saldó cuando construyó la autovía de Lavacolla.