Una peregrinación andaluza recorre 312 kilómetros para concienciar sobre el cáncer

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

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«Soy otra persona en algunos aspectos y lo tengo que agradecer a esta lucha», dice su portavoz, Javier Márquez

15 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Sobre las 11.30 de ayer llegó al Obradoiro la peregrinación 12 etapas 12 pasos del club de atletismo de San Bartolomé de la Torre (Huelva). Corrieron 312 kilómetros, en 12 días, desde Hospital de Órbigo (León), para concienciar contra el cáncer y recaudar fondos para investigar más y vencerlo. Partieron 12 atletas andaluces; pero llegaron una veintena, pues se sumaron corredores de otras comunidades y un argentino. En la plaza les esperaban decenas de vecinos y vecinas que se desplazaron en vehículos particulares y en un autobús. Parte de la expedición, unas 80 personas en total, regresan hoy; pero la mayoría permanecen el sábado en Compostela y parten el domingo, explica Javier Márquez, portavoz del grupo.

El «sentimiento bartolino», como indicaban en las camisetas que vestían, se notó. Javier llevó una enorme sorpresa al encontrarse con su madre, con quien no contaba. A ella se debe esta iniciativa: padece un cáncer de riñón desde hace tres años y medio, y sus hijos y otras personas de la localidad se sensibilizaron para moverse por la solidaridad a favor del cáncer.

«Es un momento irrepetible y único en la vida», afirmaba Javier. «Hay que seguir luchando. Son momentos difíciles [la enfermedad de su madre], complicados, en casa lo pasamos muy mal; pero hemos sabido reponernos. La lucha contra el cáncer ha sacado lo mejor de mi, he sabido también dar cosas de mi a los demás; ser solidario, ponerme en el lugar del otro; eso es algo que ha cambiado mucho mi vida. Soy otra persona en algunos aspectos y lo tengo que agradecer a este lucha», manifestaba.

Mosaico y manifiesto

Les acompañaron Domingo Martín y otros dos miembros de Protección Civil de San Bartolomé de la Torre, que les asistieron durante el camino. Sufrieron pequeñas heridas y un atleta andaluz no cruzó la meta, aunque se sumó a la celebración final. «Atendimos a más personas que no eran de nuestro grupo, que nos preguntábamos si éramos personal de la Xunta para apoyar a peregrinos», indica Martín.

En el Obradoiro formaron un mosaico humano, con prendas rosas, para llamar la atención sobre el cáncer de mama, pues dedicaron cada jornada a diferentes tipos de tumores.

También leyeron el Manifiesto por la vida de la Asociación Española contra el Cáncer. El documento enfatiza el derecho a la dignidad y a una asistencia física, psicológica y espiritual en la fase final de la vida.

Javier Márquez fue manteado a la puerta de San Xerome por sus emocionados colegas, que leyeron 12 cartas enviadas desde la Asociación contra el Cáncer de Huelva. Y hubo lágrimas para finalizar más de una hora de estancia ante la Catedral.