Figueiras se resigna a convivir con fuegos para los que no tienen una explicación

l. martínez, j.c. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Imagen de archivo de un incendio en la misma zona
Imagen de archivo de un incendio en la misma zona Á. Ballesteros

Desde el domingo hay más vigilancia, pero no investigación

12 ago 2015 . Actualizado a las 09:55 h.

«Cada ano é o mesmo, pensabamos que este íamos librar, pero nun par de semanas xa van dous, non deixaron monte que arder». Manuel Valiño es vecino de A Cova, en la parroquia de Figueiras, y lleva viendo arder la zona «dende sempre».

El pasado 23 de julio el fuego se extendió por las aldeas de Piñor, Sura y Portela arrasando ochenta hectáreas de superficie. Las llamas, que generaron una gigantesca columna de humo, obligaron a desalojar una vivienda y a tomar medidas de precaución con otras familias. El pasado domingo la historia se volvió a repetir, en esta ocasión, en la zona de Fontecova. Fueron casi cincuenta hectáreas.

«Non é moi normal que cada verán suceda o mesmo e, polo que din as investigacións, nunhas condicións nas que non tiña porque pasar nada», comenta Valiño, quien refleja el sentir de muchos vecinos. El último fuego se declaró a las ocho de la tarde, algo que hace sospechar que fue intencionado. «A esas horas e con incendios en toda a contorna de Santiago... é moi sospeitoso», declara el vecino. «¿Que quen foi? Iso non se saberá nunca, aquí tampouco veu ninguén a preguntarnos», concluye Manuel Valiño, que no cree que haya «unha solución a curto prazo, seguiremos así moito tempo».