Presentó la memoria del 2014, año en el que la oenegé estuvo al límite de sus posibilidades por primera vez en su historia
30 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«É imprescindible e fundamental para ser transparentes render contas do noso traballo aos socios e colaboradores que o fan posible». Así se refirió la delegada de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Galicia, María Díaz, a la presentación de la memoria de actividades 2014 de la organización de ayuda médico-humanitaria en España.
La cifra de socios de MSF aumentó el año pasado hasta situarse en 425.493 personas, «dos cales 26.000 son galegos e permitiron recadar máis de seis millóns de euros», indica la delegada. De hecho, solo en Santiago «temos máis de 1.800 socios e colaboradores». «Non hai dúbida de que Galicia é unha comunidade solidaria», señaló Díaz.
El año pasado MSF estuvo al límite de sus posibilidades por primera vez en la historia. «O 2014 foi un ano excepcional no mal sentido, pois houbo as maiores epidemias, guerras, conflitos e crises humanitarias», manifestó la representante gallega. Un año marcado por el brote epidémico del ébola y la guerra de Siria, a la que Díaz calificó como «a crise humanitaria máis dura do século XXI». Este conflicto se ha cobrado la vida de 200.000 personas en cuatro años, más de 76.000 fueron solo en 2014.
El ébola y la guerra siria «aumentaron a brecha existente entre as necesidades e a axuda e resposta humanitaria, en gran medida polo aumento da inseguridade do persoal á hora de realizar a súa labor», afirmó la delegada, aunque también denunció «o desinterese, a pasividade e a inacción da comunidade internacional», en referencia a los cuatro meses que la Organización Mundial de la Salud (OMS) tardó en declarar el ébola brote epidémico en África.
Díaz agradeció el papel que la sociedad realiza como socios y colaboradores de MSF, puesto que «isto non sería posible sen a poboación civil española que, pese á crise económica, segue confiando no traballo que realizamos». Una ayuda necesaria para «seguir sendo independentes e acudir a onde cremos que debemos estar ou a onde precisan a nosa axuda», explicó María Díaz.
Al acto de presentación de la memoria anual también acudió la enfermera Ruth Conde, una de los once gallegos expatriados el año pasado con MSF. Conde hizo un repaso de las actividades que desempeñó en 2014 en la República Centroafricana, un país con 4,5 millones de habitantes y con una esperanza de vida de 50 años, cuando en España está por encima de los ochenta. Además, la enfermera gallega denunció que «o sistema sanitario da zona é precario e está danado en máis dun 70 %, de feito só hai un médico por cada 55.000 habitantes», aseguró.
maría diaz delegada de médicos sin fronteras en galicia