El Obradoiro enlaza tres años haciendo caja con sus jugadores

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Levon Kendall se fue de Sar al Alba Berlín.
Levon Kendall se fue de Sar al Alba Berlín. álvaro ballesteros< / span>

Muscala, Mejri, Kendall, Andrés y Corbacho han dejado más de medio millón en las arcas

17 jun 2015 . Actualizado a las 08:40 h.

El Obradoiro ha hecho de la necesidad virtud hasta conseguir cerrar las dos últimas temporadas, y la que está a punto de concluir, con superávit. Eso ha sido así en la medida que ha ido reduciendo presupuesto y, a la par, consiguiendo ingresos que no estaban previstos, ya que provienen de jugadores que decidieron dejar el club. En las cuatro últimos cursos el coste de la plantilla ha bajado desde los 2,4 millones a 1,5. Al propio tiempo, la marcha de Muscala a Atlanta antes de terminar el curso, el traspaso de los derechos de Salah Mejri al Real Madrid (de lo contrario el Obradoiro hubiese podido acudir al derecho de tanteo), la ejecución de las cláusulas que tenían en sus contratos Kendall y Andrés Rodríguez para quedar libres y no sujetos a ese derecho del club, o el reciente acuerdo con Corbacho en esa misma línea han supuesto para las arcas de la entidad algo más de medio millón de euros.

Y, salvo giro de 180 grados, esa cantidad se incrementará cuando Maxi Kleber se decida por alguna de las ofertas que tiene sobre la mesa y abone su cláusula de rescisión, si bien todavía no ha dado ese paso y alarga la incertidumbre. No ha trascendido la cuantía, que es variable en función de su destino. En cualquier caso, no es elevada ya que, de lo contrario, el pívot alemán no hubiese firmado. Dos años antes, con Salah Mejri, el Obradoiro intentó que se comprometiese por dos temporadas, pero el tunecino solo aceptó dar el sí por una.

El club juega la baza de la promoción deportiva en sus negociaciones, pero los salarios que puede ofrecer son muy austeros. En el otro lado de la mesa, los jugadores valoran la opción de Sar como un trampolín para dar impulso a sus carreras, pero no quieren grandes ataduras. En ese contexto, es imposible fijar cláusulas elevadas.

Sin vaivenes

Lo que sí ha hecho el Obradoiro, hasta la fecha, es mantenerse firme en dos frentes, una vez firmados los compromisos: nunca ha entrado en negociaciones para vender con la temporada en marcha (con Muscala no tenía otra opción, ya que la NBA no requiere el tránsfer) y no ha dejado de acudir al derecho de tanteo. Además del interés deportivo en los jugadores de turno, el objetivo es lanzar el mensaje de que los contratos no se disuelven alegremente.

La confección del nuevo equipo no se para, si bien está en una fase de avance lento. Podría cuajar alguna operación como la de Bendzius, porque el anzuelo está siempre preparado. Pero el grueso de los fichajes va para largo y depende, sobre todo, de un par de variables: que se confirme la marcha de Kleber y ver si hay cambios en el sistema de cupos, ya que están en marcha las gestiones que tienen que dar paso al nuevo convenio. Lo más probable es que se mantenga el actual sistema de cupos, con un máximo de dos extracomunitarios y un mínimo de cuatro o cinco españoles según las plantillas sean de once o de doce jugadores. Pero hay una corriente que propone ampliar en uno el número de fichas para españoles a cambio de poder firmar tres extracomunitarios. La diferencia es más sustancial de lo que parece.