El expresidente mexicano Zedillo, peregrino en Santiago

ú. macieira

SANTIAGO

Adriana Exeni.
Adriana Exeni. ÁLVARO BALLESTEROS< / span>

El político del Partido Revolucionario Institucional hizo el Camino en bicicleta, con su hijo y unas amistades

30 abr 2015 . Actualizado a las 09:05 h.

1La nómina de personas que han reinado, o han sido jefes de estado o de gobierno y han peregrinado a Santiago en los últimos ocho siglos se enriquece con Ernesto Zedillo, quien presidió México entre 1994 y el 2000. El político del Partido Revolucionario Institucional hizo el Camino en bicicleta, con su hijo y unas amistades. En Compostela su presencia no pasó desapercibida, y recibió atenciones como la de Cándido Pazos, quien le dedicó su libro Códice Calixtino en los caminos a Santiago. El expresidente Zedillo dirige agora el Centro para el Estudio de la Globalización de la Universidad de Yale, participa en programas de Naciones Unidas y es consejero de la Fundación Bill Gates, entre otras tareas y responsabilidades.

Más que teatro infantil

2La compañía de Magín Blanco ofrece en la sala de Afundación esta mañana las dos últimas funciones de A nena e o grilo no país das apertas. Las sesiones comenzaron ayer, y se calcula que más de 1.200 escolares aprenderán cómo es posible construir un mundo mejor. Es teatro infantil, por supuesto, pero mucho más, porque los actores también cantan y hay además músicas muy modernas.

Conferencia de Carracedo

3El sabio genetista y catedrático de Medicina Legal Ángel Carracedo mantiene además una constante actividad de divulgador. Ayer habló sobre Genes, historia y lenguas en el acto de clausura de curso del colegio mayor Arosa.

Una artista argentina

4Como una «artista polifacética» presenta el Centro Empresarial del Tambre a Adriana Exeni, escultora y pintora nacida en Buenos Aires, quien expone su obra en el salón Obradoiro de esta entidad patronal. Con una buena base de dibujo y sin olvidar el óleo, es investigadora de nuevos materiales y su producción revela matices psicológicos y «un mundo de símbolos propios», como dijo la crítica.