El ámbito global ocupa cerca de 600.000 metros cuadrados y es «un sitio de privilegio», según los directivos de la entidad promotora. «No es un paraje aislado. Está al lado de la ciudad y en un magnífico entorno paisajístico. Será una ciudad jardín con muchas zonas verdes. Cuando esté acabado va a ser precioso», recalcan los responsables, quienes indican que la operación no se hará de una tacada.
El proceso constructivo se irá desenvolviendo por fases, con el mercado como marco orientador. Es decir, la demanda irá marcando el rumbo edificatorio, que se asentará en dos suelos de la extensa área cercana al Monte do Gozo. Uno de los sectores es el suelo 16 (SUD-16) que tiene una superficie de 443.000 metros cuadrados y en donde el Concello puede obtener 31.000 metros por cesión; y el SUD-17 posee una extensión de 138.000 metros cuadrados. Ese amplio espacio se corresponde con «terreos de cultivo na súa meirande parte abandonados», explica la memoria ambiental que acaba de formular la Xunta.
El conjunto de las 1.800 viviendas de esta única zona de la ciudad es el mayor polígono puesto en marcha desde que se aprobó el vigente PXOM. En todo caso, lo que indica la operación del Monte do Gozo es la necesidad de abordar cuanto antes el análisis de los polígonos para trazar la senda de la renovación del PXOM, según señala el Concello.