«Los pívots de la Penya son versátiles y su juego abierto»

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Marta G. Brea

Alaba la capacidad del club santiagués para reinventarse cada temporada

25 feb 2015 . Actualizado a las 11:39 h.

Alberto Abalde padre es obradoirista de corazón y trayectoria. Pero el sábado llega a Sar otro Alberto Abalde, el hijo, con la camiseta del Joventut, una de las figuras emergentes de la cantera verdinegra. No será un partido fácil para el progenitor.

-Tamara, campeona de la Copa de la Reina. Alberto, debut en la Copa del Rey. No ha sido un mal mes para la familia Abalde.

-Siempre se puede mejorar, pero no hay queja, no.

-Y el sábado vuelve un Abalde a Sar. También con dos metros, pero escolta. Usted era un cuatro, a lo sumo un tres y medio. ¿Es el claro reflejo de cómo ha cambiado el baloncesto?

-Esa era mi respuesta. Efectivamente, no tiene nada que ver el baloncesto que yo hacía con el que hace Alberto. La genética avanza, pero la preparación también. Yo empecé con 14 años, como todos antes. Ahora, con siete ya tocan la pelota. Eso se nota en el juego.

-¿Es quizás el Joventut el que más juega como antes, sin tantos sistemas?

- No se crea. En mi época se jugaba muy táctico. Creo que es al revés. El de ahora es un baloncesto también muy táctico, pero casi siempre acaba en pick and roll. Nosotros teníamos 30 segundos de posesión. Ahora son menos, 24, lo que obliga a tomar decisiones antes. Hay mejores tiradores, se abre el campo... La toma de decisiones es más difícil. El baloncesto ha cambiado mucho, en todos los aspectos.

-A eso me refiero con el Joventut. Hace muchos tiros, no es tan esclavo del pick and roll.

-Tiene su explicación. No disponen de grandes pívots, de tamaño. No hay el típico cinco que solo se maneja dentro de la zona. Todos son versátiles y el juego es abierto, alegre, llegando. Si se arman las defensas, cinco contra cinco, lo tienen más complicado.

-¿Qué consejo le daría a Moncho Fernández?

-No me atrevo.

-Formulo por pasiva. ¿Qué Joventut se verá en Sar?

-Espero que sea un rival competitivo, como en todos los partidos. Evidentemente, el Obra en su campo es un equipo muy fuerte, con una afición tremenda. Se engancha a eso, pero no solo este año. Es muy difícil ganar en Sar.

-¿Y qué destacaría de este Obradoiro?

-Las situaciones defensivas. Es uno de los equipos que mejor defiende en el campeonato. Moncho Fernández tiene mucho que ver en eso. A nivel táctico me gusta mucho como juega. Es uno de los presupuestos más bajos. El otro día coincidí con Moncho y tuve la oportunidad de comentárselo. Se reinventan cada año, es impresionante. Eso requiere un gran bagaje táctico y de equipo.

-Hablaba antes de la afición. ¿Le recuerda a la de su época, es la misma atmósfera?

-Cuando luchábamos por ascensos, por cosas importantes, había un ambiente extraordinario. Pero este Sar no tiene nada que ver con el antiguo. Las canchas también han cambiado mucho. El otro día, en Gran Canaria, me parecía como si estuviese en la NBA.

-Santiago y Badalona, dos plazas de baloncesto.

-Sin duda. Santiago siempre ha sido una ciudad de baloncesto. Es un feudo que debe cuidar la ACB. Y Badalona es algo fuera de serie. Con Alberto he tenido la ocasión de vivir de cerca la cantera, es algo asombroso.

-¿La clave para el domingo?

-¿Para el Obra o para la Penya?

-Para el partido.

-Para la Penya, que pueda realizar su juego alegre. No lo tendrá fácil, porque Moncho es un gran estratega. Para el Obradoiro, lo contrario, tratar de parar ese baloncesto. Y que Corbacho esté acertado.

-¿Con quién va a ir el sábado?

-La estaba esperando.

-Pues dudé hasta el final, porque es el tópico. Pero si la dejo pasar, parece que hubiese faltado algo.

-Es obvio. Soy obradoirista. Estuve ocho años en el equipo, fui capitán y eso se lleva en el corazón. Pero este sábado me van a permitir que vaya con el Joventut. La sangre tira.

-No sé que dirá Tonecho Lorenzo.

-Tonecho lo entiende, seguro.