«Salah tiene más capacidad atlética, Dani escucha más»

M. G. R. santiago / la voz

SANTIAGO

04 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En la evolución de Dani Miller tiene mucho que ver el trabajo específico con Víctor Pérez. Le precede el buen hacer con Salah Mejri, que era uno cuando llegó a Santiago y otro cuando se fue. Son casos distintos, pero en una misma línea.

-¿Cómo explica el crecimiento que está siguiendo Miller?

-No hay ningún secreto. Hay dos aspectos básicos: su capacidad de trabajo y que sabe escuchar lo que le decimos los entrenadores para ir mejorando. Hay otra faceta muy importante, su mejora física, que le ha ayudado mucho a evolucionar. Era un hándicap que traía en pretemporada.

-Ante el Gran Canaria hizo de todo lo que se le puede pedir a un pívot.

-Cuando fichamos a alguien nos fijamos en sus habilidades e intentamos prever qué cosas pueden hacer a mayores. Miller jugaba muy poco en el poste bajo, dada su capacidad física. Jugaba situaciones de bloqueo directo, pero abierto para tirar. En el poste bajo no hacía nada de espaldas. Ese tiro de cuatro o cinco metros que a veces hace, ya lo traía. Intentamos que vaya añadiendo nuevas cosas: capacidad para el rebote, intimidación, desde hace un par de meses estamos trabajando mucho sus desplazamientos, su capacidad de reacción... El otro día hizo varias de esas: un robo de balón es porque está rápido para ir a recuperarlo, una finalización de contraataque es porque se encuentra más rápido, las finalizaciones de pick and roll... Va todo un poco evolucionando y en el partido coincidieron varias circunstancias de esas. También porque mejoró su capacidad de movimiento. No es un jugador tosco que tarde en reaccionar.

-¿Es de esos pívots que entienden el baloncesto?

-Sí. Eso lo vimos desde el principio. Es un jugador inteligente. Ahí nunca tuvo ningún problema, ni para entender nuestra manera de jugar ni para interpretar las diferentes defensas, que no es fácil. Él se adaptó rápidamente. Su progresión estaba en lo otro, en su mejora física e ir añadiendo más recursos a su juego. En eso estamos.

-Mantener ese nivel será difícil, porque rayó la perfección. ¿Cabe esperar un Miller con más presencia en el equipo?

-Eso es lo que queremos y lo que nos gustaría. También es cierto que es un jugador muy joven y estos jugadores jóvenes a veces tienen un ramalazo muy bueno, después caen y vuelven a subir. Siempre son un poco discontinuos. Lo que buscamos es esa constancia, que su presencia en la pista sea importante. Hay partidos en los que salen las cosas muy bien y otros no, pero hay que intentar que esa línea de presencia en el equipo y aportación al juego sea lo más regular posible.

-¿Es muy distinto el trabajo con Miller al que le tocó con Salah Mejri?

-Hay circunstancias similares, porque empezamos desde lo básico. Salah también era un jugador que apenas usaba el poste bajo. Hubo que enseñarle desde lo básico: ganar la posición interior, cómo te tienes que mover... Estaba menos hecho. Dani traía más cosas. Salah es más atlético, más alto y tiene una capacidad atlética para jugar por encima del aro que todavía no tiene Miller, aunque puede jugar algo. Dani Miller escucha más que Salah. Es más fácil trabajar con él porque tiene más capacidad de asimilar. Es más consciente de que necesita mejorar y que para eso estamos trabajando. A Salah a veces le costaba.