El juicio del Códice continúa con el visionado de todos los vídeos en los que el acusado aparece robando

Un completo silencio caracteriza a la décima jornada del juicio que se sigue en la sección compostelana de la Audiencia Provincial por el robo del Códice Calixtino. El motivo es que la sesión se está dedicando por completo al visionado de todos los vídeos de la cámara de seguridad del despacho del administrador de la catedral en los que el acusado, Manuel Fernández Castiñeiras, aparece robando dinero y documentos. El tribunal está reproduciendo los cerca de cuarenta archivos uno a uno, sin que ninguna de las partes intervenga.

Los comprometedores vídeos son, en esencia, todos iguales. En todos se ve al exelectricista de la catedral de Santiago entrando con su propia llave en el despacho del administrador. Una vez en la habitación, abre un gran armario de madera en el que está la caja fuerte. También usa su propia llave, pese a que nadie le había dado permiso para tenerla y que el propio administrador declaró que estaba convencido de que solo existía su copia. En ocasiones, Fernández Castiñeiras saca una bolsa de plástico y extrae de ella fajos de billetes que se guarda en los bolsillos. Después inspecciona la mesa del despacho, escudriña entre los papeles y se lleva algunos documentos. El cajón tampoco se salva. Lo abre y busca monedas sueltas y hasta en alguna ocasión llega a sacar el cajón del todo para observar si hay algo escondido detrás de él.

Los vídeos corresponden a distintos meses de los años 2010, 2011 y 2012 y son una de las pruebas más comprometedoras para el exelectricista de la catedral, ya que se le ve robando dinero y documentos del despacho del administrador. Dos de los cuatro delitos por los que le acusa el fiscal del caso, Antonio Roma, que pide para él un total de quince años de prisión y 300.000 euros de multa porque también le imputa blanqueo de capitales, además de la sustracción del propio Códice.

Ante la evidencia de las imágenes, la defensa se ha centrado en todo momento no en negar los hechos, sino en tratar de anular las pruebas. Una y otra vez ha pedido la abogada de Fernández Castiñeiras la nulidad de los vídeos, como de todas las demás pruebas, que son contundentes y abundantes. Hasta ahora no lo ha conseguido y el tribunal solo ha declarado nulas las grabaciones que hizo la policía con micrófonos ocultos en el interior del piso de O Milladoiro (Ames) en el que residían el principal acusado y su mujer, Manuela Remedios Nieto. Ella, como el hijo de ambos, Jesús Fernández Nieto, están también acusados y están siendo juzgados, pero solo por blanqueo. El fiscal ha considerado que hicieron un uso ilegal del dinero ilícito presuntamente robado por el exelectricista. No en vano, supuestamente compraron con esos fondos parte de un piso en O Milladoiro y un apartamento en la playa de A Lanzada. Ambos inmuebles están a nombre de los tres.

---

---

---