Un miembro de la CIG y otro de la Federación Rural Galega (Fruga) tuvieron que presentarse ayer en los juzgados para asistir al juicio abierto contra ellos por los altercados que se registraron durante una protesta convocada por grupos nacionalistas durante el pleno de la corporación en el que fue investido nuevo alcalde de Santiago Agustín Hernández (PP), el 8 de julio del 2014.
Los dos dirigentes nacionalistas están acusados de faltas y de resistencia a la autoridad. Renato Núñez, de la CIG, es uno de ellos. Antes de entrar a la vista oral manifestó que lo que se está buscando es «un escarmiento» contra él por las veinte denuncias que lleva presentadas contra la Policía Nacional por «as irregularidades que están a cometer», señaló. El otro afectado es Manuel Dacal, de Fruga.
Para apoyar a ambos, el BNG convocó ayer una concentración de protesta frente a la sede de los juzgados compostelanos, en Fontiñas. Entre los presentes estaban el secretario de organización, Bieito Lobeira, la secretaria de Acción Municipal, Goretti Sanmartín, y el portavoz del Bloque en Santiago, Rubén Cela, quien denunció que lo que se pretende con estas acciones judiciales es «amedrentar ao conxunto da sociedade» y recalcó que la protesta fue «absolutamente pacífica». El propio Cela está inmerso en un proceso similar por la protesta contra la canciller alemana Merkel en su visita a Compostela.