Un vecina de Ames, familiar en primer grado de María Socorro Rey, propietaria de una vivienda en Piñor, parroquia de Agrón, ha reclamado a Augas de Galicia que revise el expediente sobre el cierre de un arroyo y la ocupación de un camino, escriturado como público desde hace más de un siglo, para instar a otra vecina de la misma parroquia a que acate una sentencia judicial que obliga a la apertura del espacio y a la reposición del cauce.
Augas de Galicia impuso una sanción a la vecina que invadió el camino y ordenó la reposición del cauce, aunque en un informe posterior, pese a reconocer que el acceso al camino y al arroyo está parcialmente cerrado con una estructura metálica, y que en la zona de paso la denunciada instaló un depósito de agua y otro de gasoil que ocupan la zona de servidumbre, el dictamen técnico concluye que «se pode considerar que se cumpriu coa obriga de repor as cousas ao seu estado anterior». Esta conclusión se basa en que el informe de Augas de Galicia solamente alude al cauce, ya que considera que los elementos que impiden el uso del camino se ubican en la zona de servidumbre del regato, lo que su retirada correspondería a otro proceso sancionador, con el matiz de que dada la antigüedad de alguna de las estructuras, el plazo de reclamación podría haber prescrito.
Reclamación al Concello
La familiar de la denunciante, que en sus escritos alude a la posibilidad de iniciar un procedimiento contencioso-administrativo, resalta que este conflicto está impidiendo que tanto su vivienda como la de otra vecina de Piñor puedan estar conectadas a la red de saneamiento, dado que para ejecutar la obra, de un coste menor, es necesario instalar las canalizaciones por el camino que permanece cerrado.
Por este motivo, la hija de la denunciante reclama al Ayuntamiento de Ames que haga cumplir la ley y ordene la apertura el camino.