Comida, música y arte a cambio de una pila bautismal

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El acto organizado por Martín Gómez, segundo por la izquierda, contó con más de cien asistentes.
El acto organizado por Martín Gómez, segundo por la izquierda, contó con más de cien asistentes. á. b.< / span>

El evento celebrado en Santiago consiguió llenar la sala con más de un centenar de asistentes dispuestos a colaborar

18 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La Capilla Real del Hostal dos Reis Católicos sirvió la cena a más de un centenar de comensales, que degustaron también las canciones de la Coral Polifónica A Virxe da Barca de Muxía y de Tocho Vázquez y Enrique Paisal (de Los Tamara). El banquete musical acabó con una subasta de arte, pero todo ello tenía un fin mayor que el simple deleite de los sentidos. Se trató de una velada solidaria, organizada por un abogado compostelano de adopción y muxián de nacimiento, Manuel Martín Gómez, quien movilizó a artistas y mecenas para volver a dotar al santuario de A Barca de todos los elementos que el invierno pasado devoraron las llamas.

Emocionado y nervioso, antes de saber si la gente respondería a esta iniciativa, repasaba mentalmente la lista que lo impulsó a emprender este proyecto benéfico. «Hacen falta candelabros, un cirio pascual, los manteles para los actos litúrgicos, un cáliz y una copa para la consagración... Santiña, ¡hasta la pila bautismal!», relataba con la ilusión de un niño en la voz.

Para hacer la lista realidad, el abogado consiguió reunir una docena y media de obras. La mayoría cuadros, de prestigiosos artistas como Alonso Sucasas, María Xesús Reboredo, Couselo o Natalio Arnoso. Cándido Pazos también quiso contribuir con una escultura y el fotógrafo Xesús Búa con una impresionante imagen del momento álgido del incendio.

Martín seguía recibiendo ayer, poco antes de que comenzara la cena, llamadas de más benefactores dispuestos a donar una obra para ayudarle a cumplir su sueño, en el que también colaboraron la Fundación Amigos de Galicia, el Parador de Santiago, Xosé Manuel Piñeiro y Xosé Luis Blanco, quienes ejercieron de maestros de ceremonias.

Cerca de ciento veinte asistentes procedentes de distintos puntos de Galicia se dieron cita en la gala benéfica y aportaron cada uno cincuenta euros de entrada como donativo. A estos seis mil euros se sumó lo obtenido en la subasta artística, que culminó pasada la media noche. «Ojalá pudiera decir mañana que vendimos todo, porque el motivo principal de este acto es el económico», señalaba Martín, dispuesto a quedar en el anonimato y sin el reconocimiento que merece tras articular toda esta cadena solidaria con tal de ver el santuario de Muxía como fue antes de que un rayo y una ciclogénesis explosiva dilapidaran su pila bautismal.

acto benéfico a favor del santuario de a barca