Colillas y excrementos, una plaga en las aceras de Ordes

alicia pedreira ORDES / LA VOZ

SANTIAGO

Vecinos de varias calles del centro urbano se quejan de la suciedad y de la falta de limpieza más allá de la Alameda

12 dic 2014 . Actualizado a las 13:41 h.

Mantener limpias las calles del lugar en el que vivimos es asunto de todos. Limpiarlas es competencia del personal contratado para tal fin. En Ordes, alguna de estas premisas falla. O quizás el problema es que fallan un poco las dos. El casco urbano luce una apariencia un tanto desigual según cual sea la calle por la que uno transite. Mientras unas ofrecen un aspecto pulcro y limpio, otras parece que están desaparecidas del mapa de los servicios de limpieza, manteniéndose, día tras día, sucias y repletas de colillas, papeles, restos animales y, en algunos casos, también humanos.

El Concello tiene el servicio de limpieza subcontratado a una empresa, que da empleo a ocho personas que se ocupan, entre otras cosas, del aseo de las calles. Un trabajo que, por ejemplo, se manifiesta impecable en la Alameda, que hace gala de ser uno de los lugares más emblemáticos de Ordes luciendo a diario un firme limpio, a pesar de ser también una de las zonas más transitadas.

Sin embargo en otras zonas, como la rúa de Galicia, rúa Nova, rúa Compostela, República Arxentina y algunos puntos de Alfonso Senra o la rúa dos Lagartos, parece que los cepillos lleven meses sin transitar por ellas. La suciedad está, permanece y se acumula. En República Argentina, delante de un portal, en solo un par de metros cuadrados, se podían contabilizar ayer nada menos que treinta y dos colillas, unas con mayor antigüedad que otras. Un poco más adelante, los restos de unas copas indigestas yacen entre la acera y la pared de un edificio desde hace más de un mes.

Y los ordenses tampoco se libran de los restos animales. En varias calles, los viandantes pueden poner a prueba su pericia visual y el equilibrio para sortear los excrementos que los perros van dejando a su paso y que sus dueños no recogen. En la rúa Nova, algunos vecinos ejemplificaban ayer su malestar sobre unos restos que aseguran, llevan en la acera desde el pasado lunes.

La ordenanza reguladora de la tenencia de animales domésticos contempla multas de hasta trescientos euros a quienes no recojan de la calle las deposiciones de sus mascotas. Sin embargo, a la vista del estado de muchas calles, quizás sea necesaria una mayor vigilancia desde las instancias de gobierno para evitar estas prácticas, además de una mejor atención a todo el casco urbano por parte de los servicios de limpieza.