Reyes y Rosón representan dos mundos diferentes, endógeno y exógeno. En la presentación del primero ha estado la militancia, en tanto que la edila abrió las puertas al público. Esta aboga por gente independiente, y el edil le cierra las puertas. La lista la integrarán «compañeros militantes con mucha capacidad de trabajo, conocimiento de la ciudad y compromiso por Compostela», dijo. Es la ruptura con la era gerardista. Y, curiosamente, con la bugallista. Aunque Bugallo se alió con la causa de Reyes, le chirría la decisión del candidato de no llevar independientes y no concuerda con ella.
Por otra parte, ningún edil actual tendrá sitio en la lista de Francisco Reyes: «Vamos a hacer una lista renovada. No va a ir nadie. Ese fue mi compromiso». Con ello, Mercedes Rosón se queda automáticamente fuera, aunque «hay otros canales en el partido para poder trabajar», dice el candidato. El núcleo de la Universidade que arropó a Rosón, de actitud frontal hacia el aparato compostelano, queda también fuera de los focos. Reyes, de todos modos, ha dicho que aprovecharía «lo mejor del proyecto» diseñado por el equipo de la edila.
Xosé Sánchez Bugallo abandonará el partido una vez cumplido su periplo orgánico en Compostela tras llevar a puerto las primarias. Pero no le sucederá en el cargo el alcaldable compostelano. Reyes no tienen la intención de asumir la secretaría general, cargo que será ajeno a los integrantes de la corporación municipal. Esa es la pretensión del aspirante socialista.