Asegura que PSOE y BNG utilizaron su imputación como estrategia de «acoso y derribo»
07 nov 2014 . Actualizado a las 09:40 h.Perdón. Eso es lo que quiere el exalcalde de Santiago y aún concejal, Ángel Currás (PP), que le pidan PSOE y BNG por haber exigido su dimisión tras su imputación por prevaricación y acoso moral en el denominado caso Carril. Tras saber que la jueza Ana López-Suevos ha dictado el sobreseimiento provisional de su imputación y la del otro exregidor, Gerardo Conde Roa, Currás cree que por fin se ha hecho «xustiza».
El exalcalde afirmó ayer que él estuvo tranquilo «dende o primeiro momento» y que ahora espera que la oposición «corrixa o que leva dicindo para facer descrédito da miña persoa» en los dos últimos años. Ángel Currás quiere que los portavoces locales de PSOE y BNG, Paco Reyes y Rubén Cela, respectivamente, «se teñen un ápice de vergoña», y «despois de utilizar isto como unha estratexia de acoso e derribo» contra él, le pidan perdón.
Currás, que hizo estas declaraciones a la conclusión del pleno extraordinario de ayer, obvió sin embargo el interés de los medios por conocer si mantendrá su acta de concejal. Así lo hizo también el alcalde, Agustín Hernández, aduciendo que no tenía nada que añadir a sus manifestaciones de la semana pasada.