Hernández sobre la salida de Currás: «Non me quito peso de ningún sitio»

r. m. santiago / la voz

SANTIAGO

Currás, a quien Hernández relevó en la alcaldía en julio, dejará Raxoi para irse a Tragsa.
Currás, a quien Hernández relevó en la alcaldía en julio, dejará Raxoi para irse a Tragsa. álvaro ballesteros< / span>

Trabajadores de Tragsa dicen a Feijoo y al alcalde que se «traguen el sapo» ellos

28 oct 2014 . Actualizado a las 09:47 h.

El alcalde de Santiago, Agustín Hernández, hizo lo posible ayer por desmarcarse de la renuncia a la vida municipal de su predecesor, Ángel Currás, para asumir la delegación en Galicia de la empresa pública Tragsa mientras crecen las críticas por el nuevo destino del exregidor. Hernández circunscribió ayer ese cambio al ámbito de lo personal y lo profesional para apuntar que en ese sentido nada tiene que valorar. Para el alcalde, Currás «toma as decisións que considera convenientes» y «ten todo o dereito do mundo a atopar a súa mellor dedicación profesional».

Y como si el PP no estuviese aguardando su marcha prácticamente desde el momento del relevo en la alcaldía, en julio, negó que la baja de Currás en la corporación vaya a suponer una liberación para él. «Eu non me quito ningún peso de ningún sitio» y «non me vexo liberado», dijo a preguntas de los medios durante su visita ayer a una obra que precisamente ejecuta Tragsa.

Esquivo con cualquier cuestión referida al destino de su predecesor, Hernández apeló a la presunción de inocencia y zanjó con otra negativa la pregunta de si creía que los ciudadanos entenderían que una persona doblemente imputada pase a dirigir una empresa pública: «Esa é unha cuestión que non vou valorar», apuntó al tiempo que defendía que su obligación cuando llegó al Concello fue «tentar introducir normalidade na xestión», lo que «creo que está acadado nunha porcentaxe importante» y los ciudadanos «deberán valorar esa cuestión».

«Un insulto»

Quienes sí valoran el nombramiento de Currás son los trabajadores de Tragsa y organizaciones sindicales. El comité provincial de Tragsatec de A Coruña, empresa del grupo, no quiso dejar ninguna duda acerca de su rechazo. «El sapo tráguenselo ustedes», le dicen a Núñez Feijoo y a Hernández a la vez que critican que se convierta a la compañía en «un basurero en el que se puede dar cabida a cualquier aberración». «La empresa no puede ser moneda de cambio en una compraventa de silencios y sucias compensaciones», afirma el comité, según Europa Press.

Pero no fueron los únicos trabajadores dependientes de esta firma a los que ha contrariado la elección de Currás. Los de la BRIF (brigada de refuerzos de incendios forestales) de Laza consideran un «insulto», a ellos y a la sociedad, el anunciado desembarco del exalcalde en Tragsa. «Queren recortar salarios e veñen con isto», dicen mientras dan a entender que esta situación intensificará sus protestas para reivindicar mejoras salariales.

Y MCA-UGT se pregunta si Tragsa es una empresa seria o un cementerio de elefantes «muy bien remunerados». Reclama una dirección profesional «que sepa hacer gestión empresarial» y que no sea un lugar para «colocar a amiguetes que prestaron un mal servicio al PP» y se pregunta por qué el PP nombra a Currás para el puesto «cuando lo cesó su propio partido porque no les servía».

La salida de Currás no tiene fecha aún. Hernández la desconocía ayer. «Currás non me trasladou o día concreto», dice el alcalde, que se reserva quién será el sustituto hasta la renuncia. Es probable que el relevo se quede entre algún asesor por su conocimiento ya de la Administración. En ese caso, Jorge Padilla tendría más de una papeleta. Aunque por dos meses escasos, cuando sustituyó a Espadas, ya fue edil, y Hernández está contento con su trabajo. No es electo en este mandato, pero sí lo fue antes, un hecho que el alcalde hizo valer en alguna ocasión respecto de María Jesús Sainz ante el peso de tanto no electo en su gobierno.