El SLG y Unións Agrarias exigen que asuma los impagos a los ganaderos, y Medio Rural dice que no es su responsabilidad
02 oct 2014 . Actualizado a las 09:22 h.Los sindicatos agrarios -dos, en concreto- han sido los únicos que reaccionaron al cese de la actividad en la cooperativa La Arzuana, que ayer no recogió leche en las sesenta explotaciones que todavía entregaban el producto a la sociedad, que ha ido perdiendo socios y cooperativistas proveedores por adeudarles el pago, en la mayoría de los casos, de tres meses. De brazos cruzados en los partidos políticos con representación en el Concello arzuano, y mirando hacia otro lado en la Consellería de Medio Rural, en la que sostienen no tener responsabilidad alguna ya que la situación, de la que aseguran no tenían constancia hasta que trascendió en prensa, se ciñe a «unha relación entre a industria e a cooperativa» y, por tanto, «entre particulares».
En contra de la valoración del departamento autonómico se manifestaron en el Sindicato Labrego Galego (SLG), desde el que exigen a la Consellería que financie los impagos y las pérdidas que recaen en los ganaderos de la cooperativa, al igual que las del resto de los afectados por el «ruinoso experimento político-gandeiro que foi Alimentos Lácteos», la sociedad, ahora en concurso de acreedores, que La Arzuana y la cooperativa Gancobre constituyeron, como socios principales, con el impulso financiero de la Xunta. En la sede que tiene en la localidad arzuana el SLG se celebró ayer por la tarde una reunión de afectados, que acordaron convocar más encuentros «para facer máis forza e determinar as responsabilidades que temos claro que teñen nesta situación o consello reitor da cooperativa e a Xunta», indicó Xulio Fernández, coordinador sindical en la comarca.
También movió ficha Unións Agrarias, que responsabiliza igualmente a la Xunta y le exige que asuma los impagos a los ganaderos a través de un fondo de la Consellería de Economía e Industria. El sindicato anunció en una asamblea con afectados en Arzúa que se personará como acusación particular en el proceso judicial que se abra contra La Arzuana una vez entre en concurso de acreedores, un proceso que los sindicatos consideran será inevitable por la gravedad de la situación.