El colegio de Vite aprovecha la caída de escolares para mejorar la oferta de servicios

Era tanto el alumnado escolarizado en Vite, que el colegio Vite I, abierto en 1980, tuvo que ampliarse con el Vite II inaugurado en 1983, con seis aulas nuevas. Entre ambos edificios, que compartían dirección, albergaron hasta 1.300 discentes. Pero aquella juventud creció, el ritmo de natalidad del barrio se ralentizó y su población se fue envejeciendo. El Vite II dejó de ser necesario, y desde el curso 2001-2002 funciona en las que fueron sus instalaciones la Escola Oficial de Idiomas. Y el Vite I mantuvo su caída de matrícula hasta tocar fondo hace cinco años con 150 escolares. Desde entonces remonta progresivamente cada nuevo curso, y para el próximo tiene matriculados 180, afirma su director, José Antonio Pardo.

Las tres plantas parecen excesivas para su actual alumnado, pero están aprovechadas al máximo. Al disponer de más espacios que los necesarios para las estrictas exigencias curriculares, realizó una reconversión de aulas, semejante a muchos centros de élite. Lejos de aquella masificación que lo caracterizó, ahora hay dependencias suficientes y hasta se pueden permitir disponer de dos aulas de inglés, una para cada docente del idioma, donde usan los recursos para enseñarlo con mayor comodidad.

También hay otra aula específica a mayores para psicomotricidad. Además, hay dos docentes de pedagogía terapéutica con una sala para cada, y lo mismo ocurre con otras de audición y lenguaje, laboratorio y tecnología y la biblioteca.

Como había espacio y dependencias apropiadas, Educación escogió ya hace años este centro de referencia para escolarizar alumnado con diversidad funcional. Por eso, además del transporte escolar ordinario, lo hay específico para esos escolares con necesidades especiales. Disponen de servicio de comedor escolar. Y de un amplio polideportivo cubierto, anexo, que facilita la educación física y otros usos.

Blogs del alumnado

La última novedad fue conseguir la informatización del centro, completada el último curso. Hay las denominadas Aulas Abalar, por ser dotadas por ese proyecto de la consellería, con ultraportátiles, además de ordenadores Mac e Ipad para alumnado y docentes. «Hai dous anos só nos faltaba unha aula para ter todo o equipamento de encerado dixital e proxectores. Agora todas as aulas están informatizadas para traballar a partir dos 3 anos, e hai outras tambén dotadas con equipos, por se houbese algún problema ou fosen necesarias. E o profesorado usa eses recursos», sostiene el director.

Las experiencias por el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son muy positivas: «O alumnado está alfabetizado nesas tecnoloxías e o profesorado orienta para que o traballo sexa correcto, e sabe en todo momento en que se traballa ou se se accede a unha páxina que non se debe. O alumnado produce o seu propio traballo en blogs, guiados polos seus docentes, e sabe utilizar as TIC para facer traballos e para os expor na aula; calquera rapaz de terceiro ou cuarto de primaria sabe», sostiene. Solo no se permiten teléfonos móviles, excepto si el profesorado admite su uso por alguna razón, agrega Pardo.

«Agora todas as aulas están informatizadas para traballar, a partir dos 3 anos, e hai outras tamén dotadas»

José Antonio Pardo

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