Agustín Hernández: «Queremos ser exemplares desde o principio»

SANTIAGO

El nuevo alcalde de Santiago invita a la oposición a sumarse a un proyecto que busca devolver la «normalidade» al Concello. Para PSOE y BNG este supone un «epílogo» del anterior gobierno

08 jul 2014 . Actualizado a las 21:43 h.

A las 12.00 horas arrancó el pleno extraordinario que ha convertido a Agustín Hernández en nuevo alcalde de Santiago. La sesión plenaria, presidida por el alcalde dimisionario, Ángel Currás, y por Reyes Leis, la única concejala del PP que permanece desde el principio de este mandato, se inició con la toma de posesión de los nueve concejales que tenía vacantes el grupo de gobierno, entre ellos el propio Hernández. A continuación, se procedió a la renuncia de Ángel Currás como alcalde compostelano. El ya exregidor había entrado en el salón junto a Agustín Hernández. A renglón seguido, ya se eligió, con los votos de los concejales del PP, al nuevo alcalde, el tercero en un único mandato.

Ausencia del BNG

El pleno ha estado protagonizado por una protesta «simbólica e pacífica», en palabras del portavoz nacionalista Rubén Cela, protagonizada por el BNG. Los miembros de esta formación han abandonado sus escaños en el momento en que juraron sus cargos los ediles no electos. Al irse han dejado un folio de protesta en sus asientos con tres lemas distintos: «Reservado para concelleiros electos»; «Goberno si pero non así»; y «Democracia para Compostela» (el mismo lema que tenía una pancarta colgada en el Obradoiro). Rubén Cela insiste en que con ello se intenta evidenciar «o malestar ante a fraude democrática» del nuevo gobierno compostelano.

Al pleno han asistido numerosas autoridades como el delegado del Gobierno, Samuel Juárez; o la conselleira, Ethel Vázquez, quien relevó a Agustín Hernández al frente del departamento de Medio Ambiente en la Xunta.

Hernández:«A nosa prioridade será auxiliar a xestión municipal»

En su intervención en el pleno extraordinario, tras jurar el cargo, Agustín Hernández, ha mostrado su intención de contar con «todos» en su etapa al frente del Ayuntamiento para recuperar la normalidad en la ciudad. Hernández ha reconocido lo extraordinario de la situación y ha asumido la responsabilidad que su formación ha tenido en la actual situación del Consistorio. Reitera que se abre una nueva etapa en el Concello, pero sin malograr lo hecho. «Non se trata de romper do pasado senón de de edificar a partir de el un novo tempo», ha aclarado el ya nuevo regidor.

Entre sus principales metas está la de la normalidad y la de recuperar el pulso municipal diario. «Este goberno non ten más obxectivo que a normalidade institucional, tanto a normalidade na dirección do Concello como a normalidade que houbo na xestión cotiá desta institución grazas á profesionalidade e entrega dos empregados públicos».

Una normalidad que se contrapone a lo extraordinario del pleno, tanto por su propia naturaleza como por lo singular de las circunstancias. «Unhas circunstancias que teñen condicionado a vida do Concello. Algunhas delas son alleas á propia vida municipal. A forza á que pertenzo asume por elas a cota de responsabilidade que lle corresponde, como tamén asume toda a responsabilidade para a súa inmediata resolución». «A nosa prioridade será axilizar a xestión municipal e, con ela, a relación cos veciños», defiende Hernández.

El regidor ha prometido una acción de gobierno aberta, participativa y transparente en la gestión, «facendo do diálogo unha ferramenta habitual». «Como alcalde vou ser eficiente coas políticas das distintas administracións, con lealdade e perspectiva de país pero sen desmaiar para conseguir os investimentos e servizos propios da capital de Galicia. Sen localismos estériles e demandando o que, en xustiza, nos corresponde», ha remarcado Hernández. «Queremos ser exemplares dende o principio, ser dignos representantes dunha cidade que foi, é e deberá seguir sendo exemplar», concluye el nuevo regidor compostelano.

Currás confía en que el nuevo alcalde devolverá a Santiago su «natural serenidad institucional»

Una de las intervenciones más esperadas del pleno extraordinario ha sido la del alcalde dimisionario, Ángel Currás, que seguirá provisionalmente como concejal de Santiago. Currás ha recordado que en sus casi 27 meses al frente de la capital gallega le tocó vivir momentos trágicos y de enorme tristeza, como el accidente en Angrois, en el que, a pesar de todo, descubrió la inmensa solidaridad de la ciudad. «Y también momentos difíciles, con las convulsiones e incertidumbres de la tarea de gobierno por las circunstancias vividas, o la reciente sentencia que apartó a los compañeros de gobierno», ha recordado Currás, quien ha destacado el «honor» de haber sido alcalde de una ciudad sin la que «no se pueden concebir Galicia ni Europa».

Ha confiado, por último, en que Agustín Hernández y su equipo devolverán a Santiago su «natural serenidad institucional, estabilidad y continuidad».

Incidentes en el Obradoiro

El pleno ha estado precedido de una concentración de protesta iniciada a las 11.30 horas en el Obradoiro en la que han participado varios colectivos y en la que se han juntado casi un centenar de personas. La Asemblea Cidadá de Compostela, impulsada por la plataforma Stop Desahucios, ya había anunciado ayer que protagonizaría una concentración en contra de la «actual deriva» del Consistorio. A ella se han sumado los afectados por las preferentes y los miembros de la Plataforma de Galeras.

Casi a la hora del pleno, cuando el vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, se disponía a acceder al Ayuntamiento, dos personas se saltaron las vallas que limitaban el perímetro de la protesta, ubicado a unos 150 metros del Pazo de Raxoi, por lo que fueron perseguidos por agentes y uno de ellos fue reducido en el suelo. Los dos, sindicalistas, han sido detenidos. Uno de ellos es el miembro de la CIG y, otro, de la Federación Rural Galega (Fruga). Ambos han sido trasladados en un vehículo de la Policía Nacional.

El portavoz municipal del BNG, Rubén Cela, ha criticado este nutrido dispositivo policial montado en el Obradoiro con un enorme vallado que facilita la entrada al pleno a los numerosos cargos públicos que asisten a él. El político nacionalista lo ha tachado de «desproporcionado».

Entre las consignas más coreadas fuera de Raxoi han estado «Gobierno no electo, democracia sin efecto», «Agustín golpista» o «Tercer alcalde, tercer cofraude».