Los jueces de Santiago eligen por aclamación a José Vicente Alvariño como nuevo decano

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Jorge Cid Carballo deja el cargo tras cumplir mandato y será magistrado de la sección sexta de la Audiencia Provincial

05 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La junta de jueces de Santiago eligió ayer como nuevo decano al magistrado José Vicente Alvariño Alejandro, titular del juzgado de lo contencioso-administrativo número 2 de la ciudad. No hizo falta votar, ya que sus compañeros lo escogieron por aclamación porque contaba con el apoyo mayoritario de todo el colectivo.

La elección era necesaria por dos motivos. En primer lugar, porque el hasta ahora decano, Jorge Cid Carballo, cumplía en breve su mandato de cuatro años. Y, en segundo, porque va a ocupar la vacante que queda en la sección sexta de la Audiencia Provincial, que tiene su sede en Compostela. Hasta la fecha ha sido titular del juzgado de primera instancia número 5 de Santiago.

El mandato de Cid Carballo ha estado condicionado por la oposición de todos los colectivos de la Justicia a las políticas emprendidas por el ministro Alberto Ruiz-Gallardón. Como decano de los jueces, se posicionó firmemente en contra de la ley por la que el Gobierno comenzó a cobrar tasas judiciales porque consideró, como es opinión generalizada, que dificultan un derecho constitucional como es el de la tutela judicial efectiva.

Recientemente, el hasta ahora decano también se mostró en contra de la nueva Ley del Poder Judicial que, en el anteproyecto aprobado por el consejo de ministros, suponía la desaparición de los partidos judiciales en todas las ciudades que, como Santiago, no son capitales de provincia. La medida ha sido enmendada por el Consejo General del poder Judicial.

El nuevo decano hereda estos problemas y otros desafíos de los que es buen conocedor. El principal es el colapso que sufren los juzgados de lo contencioso-administrativo de Santiago. Hasta ahora, la unánime reclamación de jueces, abogados y procuradores no ha surtido efecto y la Xunta y el Gobierno central no han creado el tan necesario tercer juzgado. Otro reto será, una vez que desaparezcan las audiencias provinciales, reclamar para Compostela una sede delegada del Tribunal Superior, que asumirá las competencias de los tribunales provinciales.