El PSdeG minimiza a solo 16 altas la adulteración del censo de Santiago

SANTIAGO

La investigación no aprecia «afiliacións masivas» en un mismo domicilio

01 jul 2014 . Actualizado a las 04:52 h.

El proceso de reclutamiento masivo de militantes en la agrupación socialista de Santiago, promovido en gran medida por los dos aspirantes a convertirse en candidatos del PSdeG a la alcaldía, los concejales Francisco Reyes y Mercedes Rosón, ha sido validado casi en su integridad por la dirección gallega del partido, que ayer cerró la investigación interna sin detectar apenas anomalías y dándole su bendición al proceso de adulteración del censo llevado a cabo para alterar el resultado de las elecciones primarias locales. De hecho, el PSdeG informó en un comunicado que no se apreciaron ni «domicilios ficticios» ni tampoco «afiliacións masivas» en una misma dirección, lo que representa, ahora sí, que el PSOE compostelano se erigirá en la segunda agrupación de mayor tamaño de Galicia, por detrás de Vigo, y superando claramente la de A Coruña, Ourense o Lugo.

El partido que dirige José Ramón Gómez Besteiro sí admite que en un mismo día, el pasado 26 de mayo, se declararon 311 altas en la agrupación de Santiago, duplicando así el número que había antes. El realidad, el censo creció algo más en lo que va de año, al pasar de 314 a 674 militantes, pues el proceso de reclutamiento de afiliados se inició ya en abril. De hecho, la propia Mercedes Rosón admitió que, con anterioridad a las elecciones europeas, incorporó al partido a unas cincuenta personas de su entorno, entre amigos y familiares, y Francisco Reyes también reconoció que simpatizantes suyos se sumaron al PSOE para poder votarle en las primarias, aunque no precisó el número.

El engorde del censo socialista de Santiago es todavía más llamativo si se compara con la dinámica general del partido. Para empezar, es inversamente proporcional a su apoyo electoral, ya que en la militancia crece pese a que el partido perdió en Santiago el 42 % de los apoyos que tenía.

Pero es que, además, la explosión de la militancia en Compostela va a contracorriente de lo que ocurre en el PSOE a nivel federal, cuyo numero de afiliados cayó en casi un 9 % en dos años, al pasar de los 216.952 que había en el congreso de Sevilla del 2012 a los 197.468 que podrán participar ahora en las elecciones primarias para elegir al sustituto de Pérez Rubalcaba. La tendencia en Santiago es la inversa, el censo creció hasta un 114 % en dos meses, un proceso que no admite ser catalogado de natural.

Existencia de «pisos patera»

Pero la adulteración del listado y los fines que con se persiguen con ello son tan evidentes que el PSdeG entendió que tenía que tomar alguna medida, aunque fuera menor, especialmente cuando en el seno de la agrupación local se cruzaron hace ya dos meses acusaciones sobre la utilización de «pisos patera» para declarar la residencia de los nuevos militantes.

La investigación, instruida por el secretario de administración del PSdeG, Luis Ángel Lago Lage, no pudo pasar por alto lo que más salta a la vista: las afiliaciones masivas en direcciones concretas. Aunque minimiza el problema y concluya que solo existen tres casos de lo que podrían ser pisos patera, declarados por personas que en realidad no viven en ellos. Uno de ellos es el chalé adosado de la calle Oblatas 59, donde coinciden nueve altas, y alude a dos más, sin concretarlos, con cuatro afiliados en bloque en cada uno de ellos.

Con todo, sostiene el PSdeG que se trata de altas «xustificadas por razóns familiares ou relación de parella», y que representan tan solo 17 de las 311 altas incorporadas al censo el 26 de mayo pasado.

La única anomalía detectada durante la investigación fue la situación que rodea a 16 afiliados que no tendrían acreditada su relación con el domicilio declarado. En estos casos concretos, el PSdeG propone a la dirección federal que revise estas altas, que podrían así quedar invalidadas en caso de que Ferraz -que ya le ha cobrado la primera cuota- lo estime oportuno.

La solución tomada por la cúpula del PSdeG frente al escándalo de la adulteración del censo de Santiago fue incluso más conservadora que la arbitrada por el secretario local de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, que en su día, y de forma preventiva, le pidió a Ferraz que dejara invalidadas todas las altas nuevas, consciente de que con ellas se intentaba adulterar las primarias locales.