El pleno de Santiago formaliza la renuncia de ocho ediles y abre el camino para que Agustín Hernández asuma la alcaldía
SANTIAGO
Los socialistas dudan de la constitucionalidad de la nueva etapa y el BNG habla de «fraude democrático»
18 jun 2014 . Actualizado a las 16:39 h.El pleno del Concello de Santiago ratificó esta mañana la renuncia de ocho concejales del grupo municipal del Partido Popular, siete de ellos inhabilitados al ser condenados por prevaricación y una más, Rebeca Domínguez, que presentó su dimisión. Con los escaños del PP en el salón de plenos únicamente ocupados por dos ediles, aparte del regidor y de Reyes Leis en la mesa presidencial, este trámite abre la vía hacia el relevo de Ángel Currás por Agustín Hernández en la alcaldía, una vez que se realicen los trámites ante la Junta Electoral Central para la toma de posesión de los nuevos concejales, trámite que podría estar concluido en el plazo máximo de diez días.
La sesión plenaria fue muy breve y en ella el regidor Ángel Currás intevino para dar cuenta de los cinco puntos que la componían: la notificación de la sentencia que inhabilita a los siete ediles que aprobaron pagar la defensa del también exconcejal Adrián Varela, imputado en el caso Pokémon; la puesta en conocimiento de sus dimisiones, la renuncia de Domínguez, la negativa de varios miembros de la lista electoral a entrar en Raxoi y, finalmente, la propuesta de Agustín Hernández.
Los fichajes de Hernández para suplir las nueve vacantes en el gobierno popular (los siete inhabilitados, Rebeca Domínguez y Adrián Varela, que había dimitido con anterioridad) son mayoritariamente concejales no electos, lo que provocó fuertes críticas por parte de los dos grupos de la oposición. El socialista Francisco Reyes afirmó que «nos atopamos cunha intervención do Concello pola porta de atrás» y añadió que Hernández «elixe a dedo a quen logo o vai votar como alcalde, e iso abre serias cuestións de constitucionalidade do que vai acontencer no Concello». Por su parte, Rubén Cela, portavoz del BNG, aseguró que «hoxe se formalizou o inicio dun camiño terrible para Compostela: o intento de consumar o primeiro goberno con maioría de membros non electos». Cela añadió que «poderá ser legal, pero é un auténtico fraude democrático».