La fiesta del aguardiente del Ulla resucitó con éxito tras dos años de barbecho, en los que dejó de celebrarse. Miles de personas desfilaron por Vedra para probar el maravilloso elixir que brotó de varias potas ante los curiosos ojos de la concurrencia. Pero, a diferencia de otras ediciones, aguardenteros de Portomarín, Valga y Arbo acompañaron a los anfitriones alambicando el producto según su propio estilo y con potas diferentes unas de las otras. Así que los festeiros tuvieron la oportunidad de paladear distintos aguardientes.
El buen resultado de la iniciativa hará que se repita la experiencia en futuras ediciones, según anuncia Begoña Rodríguez, integrante de la asociación organizadora Ponte da Vella. «Foi unha xornada de éxito redondo», recalca. Pero los visitantes no solo saborearon la caña, sino que devoraron filloas a la piedra que varias mujeres cocinaron desde primera hora y otras viandas expendidas en los puestos instalados en el campo de la fiesta y pudieron comprar en los puestos de artesanía instalados. La celebración se prolongó a lo largo de toda la jornada, y el ambiente subió grados con la presencia de los grupos musicales que comparecieron en el palco, entre los que figuraba la banda de música de Santa Cruz de Ribadulla, A Requinta da laxeira, Chicas show y Aché. El colofón lo puso la orquesta París de Noia. «Que reanudaramos a Festa do Augardente debíamosllelo á xente que empezou con ela», señala Begoña.
La fiesta había estado interrumpida dos años