José Luis Míguez: «Conde Roa me pidió meter a su primo y al marido de su asistenta»

santiago / la voz

SANTIAGO

Aquagest no contrató al familiar del exalcalde, pese a su insistencia

15 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Uno de los capítulos más sonados del caso Pokémon es el tráfico de influencias y los enchufes en empresas contratistas de los ayuntamientos. En Santiago, los servicios que gestionaba el grupo Vendex y la concesionaria del agua, Aquagest, recibían decenas de currículos de parte de políticos y funcionarios. Hubo recomendados de dirigentes del PSOE, entre ellos Bernardino Rama y Sánchez Bugallo; y del PP, no solo el actual alcalde, Ángel Currás, también los ediles Rebeca Domínguez, Adrián Varela o Luis Bello. También el exalcalde Conde Roa recurrió insistentemente a Aquagest para colocar a personas muy próximas a él, con distinta suerte.

Después de que La Voz publicara el 3 de febrero que, según la investigación, cargos del Concello habían enchufado a recomendados en Aquagest y Vendex, entre ellos Conde Roa, este emitió un comunicado e hizo declaraciones públicas desmintiéndolo y advirtiendo que se reservaba acciones legales «contra quienes lo vinculen con el grupo empresarial Vendex o con la colocación de personas en la empresa de gestión del servicio de abastecimiento de aguas Aquagest, actitudes que él niega», informó Europa Press.

No obstante, la declaración del ex gerente de Aquagest en Santiago, José Luis Míguez, ante la jueza Pilar de Lara cuando esta le pregunta sobre los enchufes de unos y otros en la concesionaria, no deja lugar a dudas: «Gerardo Conde Roa, por ejemplo, me pidió meter a dos personas, una era el marido de su asistenta y otra un primo suyo». Tras explicar que los contratados para sustituciones en períodos vacacionales son seleccionados por el departamento de personal de la empresa y «suelen ser gente de confianza de los ayuntamientos», Míguez añade que «en el caso de Conde Roa se cogió al marido de su asistenta, pero no a su primo, a pesar de que me llamó reiteradamente, y no lo metimos».