Esquerda Unida-Compostela exige al Concello de Santiago que aplique las normas de la Ley de Accesibilidad Universal para que ninguna persona con diversidad funcional se vea sometida a obstáculos que no hacen más que «vulnerar os dereitos da cidadanía». La formación considera que el Ayuntamiento no puede seguir ignorando que en la ciudad hay centenares de personas con diversidad funcional y que necesitan que «a administración máis próxima a elas garantice os seus dereitos».
EU ha criticado que los autobuses urbanos públicos no estén adaptados así como tampoco lo está el mobiliario urbano de las propias paradas, cuestiones que, a su juicio, hacen que vivir en Santiago sea toda «unha odisea» para una persona que tenga que desplazarse en silla de ruedas. La formación política ha mostrado su solidaridad con Anxela López Leiceaga, una vecina de Santiago que espera, ahora con el respaldo de los juzgados y tres años después de haber presentado la denuncia, que el Ayuntamiento responda a su obligación constitucional de garantizar la igualdad entre todas las personas.
Anxela López, que vive en el barrio de Fontiñas, explicó esta semana a La Voz de Galicia las dificultades que tiene para acceder ya no solo al autobús, sino a muchos otros servicios públicos, así como su periplo reivindicativo y judicial.