Barrio ve «injusto» restringir la asistencia sanitaria a los sintecho

santiago / la voz

SANTIAGO

El arzobispo Julián Barrio departió durante la mañana con los usuarios del centro Vieiro.
El arzobispo Julián Barrio departió durante la mañana con los usuarios del centro Vieiro. á. ballesteros< / span>

El arzobispo visitó el centro Vieiro, que acoge a personas sin hogar

25 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, considera una «injusticia» que las personas que «no tienen hogar y se ven abocadas a vivir en la calle, no dispongan de asistencia sanitaria». Así lo indicó este domingo por la mañana durante su visita a las dependencias del centro Vieiro, ubicado en el número 6 de la Costa Nova, que acoge diariamente a las personas que viven en la calle. Allí pudo conversar con los usuarios que acudieron al mismo con motivo de las jornadas de puertas abiertas.

Una joven que frecuente este centro, María Isabel, agradeció en nombre de sus compañeros la acogida y atención que se les presta, insistiendo en que para ellos aquella es su «auténtica casa».

Durante su recorrido, Julián Barrio también ha destacado que la Iglesia, a través de Caritas, «seguirá ayudando» a las personas que viven en la calle «en todo lo que pueda» para «hacer más liviana la dureza de la falta de un hogar». Por su parte, los sintecho que acuden a los talleres del centro hicieron entrega al arzobispo de unos marcapáginas elaborados por ellos y en los que denuncian «no tener acceso a la asistencia sanitaria y a las medicinas».

El centro Vieiro inició sus actividades en el año 2004 cuando Cáritas Diocesana gestionaba un programa para enfermos de VIH poniendo en marcha un piso de media estancia para estas personas. La actividad diaria arrancó en febrero del 2005, y desde entonces han pasado por allí unas tres mil personas. Entre otras cuestiones, su objetivo es ayudar a los usuarios y habilitarles un lugar donde mantener los hábitos de higiene y estar resguardados de la lluvia y el frío, así como para desarrollar actividades y realizar gestiones por medio de los técnicos del centro. Allí tienen una consigna para dejar temporalmente sus enseres y se les facilita el uso de llamadas de teléfono y la dirección postal para que puedan ser localizados por sus familias, así como servir de lugar de referencia para asuntos judiciales o de empleo.