Blusens presenta concurso de acreedores para su filial de compras

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO

SANTIAGO

La empresa compostelana busca reestructurar su deuda y buscar alternativas de financiación

29 oct 2013 . Actualizado a las 02:06 h.

Blusens, conocida empresa compostelana de electrónica de consumo, presentó ayer al mediodía en el Juzgado de lo Mercantil de A Coruña concurso voluntario de acreedores para su filial de compras, Blusens Technology S.L.U., con sede en Santiago. Esta sociedad ya había presentado el preconcurso el pasado mes de julio y con esta iniciativa pretende reestructurar su deuda financiera y con los proveedores y lograr así nuevas fuentes de financiación.

El concurso no afectaría a la matriz, Blusens Global Corporation, ni al resto de filiales en México, China, Chile, Sudamérica, Colombia y Oriente Medio. La sociedad encargada de la gestión de compras tendría un pasivo cercano a los 39 millones de euros y la deuda con los bancos se situaría ahora en los 18,5 millones, con Bankia, Santander, Pastor, Popular, BBVA y NCG como acreedores. Blusens Technology, sin embargo, ha logrado reducir su deuda financiera un 52 % desde el año 2010, cuando se situaba en los 40 millones. «En todo este tiempo hemos logrado amortizar 21,5 millones», precisan fuentes de la compañía.

La declaración de preconcurso coincidió, a comienzos del pasado verano, con otro hecho relevante: el 12 de junio se hizo pública la salida del empresario coruñés Manuel Jove del accionariado de Blusens, donde controlaba, a través de Inveravante, el 47,5 % del capital desde abril del 2008, pero la dirección del grupo tecnológico insiste en desvincular este movimiento del preconcurso de acreedores y recuerda que Jove cumplió con su plan de mantenerse durante cinco años para financiar la expansión exterior de la firma.

Pese al concurso de la central de compras, Blusens ya ha efectuado la mayor parte de las inversiones necesarias para el desarrollo de su actividad: I+D, marca y expansión internacional. Por este motivos, estima que a lo largo del 2014 el ebitda y el flujo de caja serán nuevamente positivos. Un argumento que la dirección utilizará en el plan de negocio con los acreedores para reestructurar la deuda. La compañía atribuye al cierre del grifo del crédito, por la reestructuración bancaria, los principales problemas por los que ha atravesado. «A nosotros nos pagan a 120 días y cuando no fluye el crédito para atender los pedidos tenemos serios problemas: con el flujo de crédito que había en el 2007 no habríamos tenido ni un solo contratiempo», remarcan desde la compañía.