«Non é o mesmo que vaiamos cada unha polo noso lado que que empurremos todos xuntos» y por eso, tras varios años de inactividad, la Federación Alcer Galicia (asociación para la lucha contra las enfermedades de riñón) escenificó ayer su refundación, precisamente con el objetivo principal de servir de motor para las reivindicaciones del colectivo, para que «en tempos de crise» no se pierdan los derechos adquiridos.
Precisamente, el presidente de la asociación alerta sobre las consecuencias que acarrean los recortes sanitarios y especialmente el copago, que se aplica a los transportes no urgentes, por ejemplo. Según datos de la federación, en la actualidad hay alrededor de 5.000 personas en Galicia que se someten a tratamientos de diálisis y el 10 % de la población padece insuficiencia renal, aunque haya personas que todavía no han sido diagnosticadas.
En este sentido, Teresa Pereira, vicepresidenta de la federación, recordó que «aínda que parece que non toca, si que toca» y que el número de personas afectadas por estas patologías va a más, entre otras cosas «porque non só é por un problema no ril, pode vir derivada doutras enfermidades», como por ejemplo la diabetes. También reivindicó la necesidad de los trasplantes, porque solucionan parte de la dependencia.
Al acto de refundación de la federación gallega de Alcer acudieron personalidades del ámbito sanitario, como el director de la Oficina de Coordinación de Trasplantes de Galicia, Jacinto Sánchez, miembros de la federación española de Alcer, de Cogami, de laboratorios farmacéuticos y varios representantes políticos.