Dos son las vías que plantea el plan de mecenazgo de la Catedral y la primera, la que está orientada a empresas, instituciones y otras entidades, parece que va viento en popa a tenor de las cifras que maneja Francisco Domínguez, que dice que son superiores a los 40.000 euros en un espacio corto de tiempo, ya que el plan se presentó justo antes del verano.
Sin embargo, la que tiene una evolución más pausada es la línea orientada a personas individuales. Todavía no se ha alcanzado la cifra redonda de un centenar de amigos de la basílica compostelana y el objetivo final es equipararse con el museo Guggenheim, que cuenta con unos 15.000 amigos.
Esta segunda línea no pretende reunir una gran cantidad económica para las obras de la Catedral -el plan director está cifrado en 30 millones de euros- sino generar fuerza social y un vínculo entre el templo y su entorno, para que la sociedad entienda las necesidades de la basílica. Los interesados en hacerse amigos de la Catedral pueden visitar ayudaalacatedral.es.