Tras haber encontrado los cimientos de la torre del homenaje -la de mayor importancia de un castillo- y de las otras dos que completan las nueve de las que las fuentes dicen que se componía el castillo, los expertos que trabajan en los restos del castillo de A Rocha se encontraron la semana pasada con unos restos humanos debajo de un bolaño de los que se utilizaron durante el ataque irmandiño a la fortaleza arzobispal.
Los restos se encuentra todavía en fase de excavación y estudio. Se manejan por el momento, y a la espera de tener más detalles, dos hipótesis. Puede ser que el bolaño cayese sobre un enterramiento anterior o que se trate de uno de los fallecidos durante el ataque de los irmandiños, ya que los expertos también creen que los proyectiles podían estar en la misma posición en la que quedaron tras el enfrentamiento.
Los restos se encuentran en niveles medievales, por lo que María José Bóveda, que dirige los trabajos de excavación, cree que «por lóxica debera de estar relacionado coa última fase do castelo», probablemente durante la última guerra irmandiña en 1467, pero no pueden asegurar nada hasta que termine su estudio.
Además, hay localizados más de 200 bolaños de diferentes tamaños en el yacimiento, de entre 2,5 centímetros de diámetro y 80 centímetros. Según los expertos, parte de los bolaños podrían haber sido reutilizados en el pazo de Oca, puesto que la cantería fue trasladada primero al castillo del Pico Sacro, aunque no se ha confirmado la reutilización.