Asunta fue grabada en el coche de su madre a una hora en la que se suponía que había desaparecido

SANTIAGO

El padre de Asunta, en el funeral de su hija
El padre de Asunta, en el funeral de su hija XOAN A. SOLER

Rosario Porto, la madre de la pequeña muerta en Santiago, ha sido detenida y está acusada de homicidio

25 sep 2013 . Actualizado a las 00:46 h.

Rosario Porto, la madre de Asunta Basterra, ha sido detenida por la Guardia Civil en el marco de la investigación para esclarecer la muerte de su hija el pasado sábado. La detención tuvo lugar una vez que concluyó la incineración del cuerpo de la pequeña, de 12 años. A la madre se le imputa un cargo por homicidio. El arresto se produjo por la existencia de algunas incongruencias en su declaración.

Concretamente, la versión de la madre de Asunta quedó desmontada por la grabación de una de las cámaras de seguridad que fueron revisadas poco después del hallazgo del cadáver. Una de esas cámaras grabó a la madre y a la pequeña dentro de un coche a una hora en la que, según la versión de la detenida, Asunta Basterra ya había desaparecido. Esa incongruencia, junto con otras vaguedades en el relato de la ahora detenida e imputada por el homicidio de la niña, es lo que ha motivado su arresto.

Las fuerzas de seguridad han trasladado a Rosario Porto a la comandancia de A Coruña. La sospechosa de la muerte de Asunta fue trasladada al cuartel de Lonzas, adonde llegó sobre las 14 horas y donde puede permanecer hasta 48 horas. En caso de que considere que exista una «causa justificada», podría ampliarse este plazo a 72 horas. Rosario Porto puede volver a comparecer ante el juez en las próximas horas, aunque también puede negarse a declarar.

Esta misma mañana había trascendido que Rosario Porto contó a los investigadores en su primera declaración que el pasado mes de julio sorprendió a un hombre en su domicilio después de oir los gritos de su hija, que estaba siendo agredida. Cuando el intruso, que llevaba guantes de látex, notó la presencia de la madre huyó. Sin embargo, Rosario Porto, abogada de profesión, no presentó denuncia por estos hechos y se limitó a comentárselo a una vecina. Justificó esta decisión en un intento de no causar un trauma a la niña. Los investigadores estaban intentado verificar estos hechos. Algunas fuentes han explicado que Rosario Porto reconoció que había dejado las llaves puestas en la puerta, lo que habría facilitado la entrada del hombre. El intruso, según la madre, era un hombre de complexión fuerte al que intentó atrapar, sin éxito, cuando escapaba por el pasillo.

La portavoz de la familia, Tareixa Navaza, sin embargo, aseguró desconocer estos hechos y que lo único que sabía el círculo más cercano a Rosario era que habían entrado a robar en el piso de los abuelos de Asunta. Rosario notó la falta de algunas joyas.

Incineración

Los restos de Asunta fueron incinerados a media mañana en un tanatorio de Santiago. Allí, la portavoz de la familia explicó a los medios de comunicación que la madre declaró a la policía que cuando llegó a casa el sábado por la tarde pensó que Asunta había salido ya, porque incluso había dejado la alarma puesta. Según consta en la declaración ante la policía, los planes eran cenar juntos los tres, los padres y la niña. Por eso pensó que Asunta estaría ya en casa del padre, que vive a apenas 25 metros de distancia. Sin embargo, cuando llegó a casa de su ex pareja comprobó que la pequeña de 12 años no estaba. Los progenitores esperaron media hora y, como Asunta nunca salía sola, cogieron fotografías de la niña y se fueron a presentar una denuncia.

Tareixa Navaza explicó que desde ese momento los padres han permanecido juntos. «Los que sois padres os podeis imaginar como están. ¿Cómo van a estar? Ayer le dije: 'Charo, eres una madre coraje'. Y me respondió: 'Ya no soy madre'. Se te rompe el corazón». Navaza aseguró que la familia no conoce ningún detalle de la investigación porque ni la policía judicial ni el juez se ha puesto en contacto con ellos.

La portavoz de la familia también relató las palabras que Rosario Porto dirigió a los compañeros de su hija que acudieron al tanatorio. «No tengais miedo, Santiago es una ciudad tranquila. Esta es una situación dramática, dolorosa, y nos ha tocado a nosostros. Pero sobre todo, y en homenaje a Asunta, estudiad muchísimo y haced un curso brillante».