Un fruto de la colaboración sin localismos de inversores de toda Galicia

N.M. Santiago / la voz

SANTIAGO

01 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En este sábado, 23 de agosto de 1930, en el vestíbulo del nuevo Hotel Compostela han montado incluso un pequeño altarcito para bendecir el edificio.

«Es un hotel verdaderamente suntuoso, así en su traza exterior como edificio de carácter que entona de maravilla con la arquitectura compostelana. Ahora podrán ver la instalación completa de frigoríficos, lavadero y plancha mecánica, horno de pastelería y pan para Viena», explica todo ufano a los invitados Segundo García de la Riva.

«Desde 1927, don Segundo solo vive para esta obra -me cuenta Cancela- y si hoy estamos aquí es gracias al impulso de don Pedro Sáenz-Díaz [que morirá en 1959 en accidente de coche].

«¿Has visto el menú inaugural? -le digo a a mi compañero- no falta de nada». Leo: «Entremeses Compostela; huevos escalfados a la Zíngara; langosta a la americana; pollo cocotte bonne femme; espárragos en salsa tártara; melocotón con helado Melba; tarta mármol; quesos; frutas del tiempo; café y habanos».

-¿Qué carallo es el pollo cocotte bonne femme, Antonio?

-¡Calla y come!

Discurso cohesionador

Cancela me cuenta que el Compostela, el primer edificio de la ciudad construido para ser un hotel, aparecerá recomendado en la Guía Michelín por primera vez en el 36 y que ahí seguirá hasta 1970. Después, entre 1976 y el 2006 y, nuevamente, en la edición del 2013, tras la reforma.

-¡Es el sexto hotel que más años ha sido recomendado en toda Galicia!

Después de la comida, brindis. García de la Riva se levanta para pronunciar un discurso emotivo en el que reconoce la ayuda de Dámaso Berenguer, primer ministro de España, y el apoyo del Marqués de Riestra para que el Compostela sea realidad. García de la Riva ataca «a los suicidas localismos que nos denigran», y entonces me vuelvo hacia Cancela y le pregunto:

-¿Habla de Lavacolla y Peinador, Antonio?

-¡Calla y escucha!

Don Segundo insiste en el que el hotel es realidad gracias a la colaboración de inversores de toda Galicia que han mirado al futuro con las gafas de lejos, y no cuidando de sus ombligos. Si apareciera en el 2013...