Los viajeros que optan por coger sus vuelos desde el aeropuerto de Sá Carneiro no solo vienen de las agencias de viajes. Son numerosas las personas que, ya sea por las conexiones o por los precios, eligen desplazarse a Portugal para volar desde allí. Una opción que supone pérdidas significativas para Lavacolla. En la estación de autobuses de Santiago los viajeros disponen de varios horarios (ocho vehículos salen a diario en dirección Oporto), lo que les facilita el desplazamiento. A las 18.00 horas de ayer, la brasileña Hayat El Anzouk se subió en un autobús para coger un vuelo en la ciudad portuguesa. «Viajo a París para pasar las vacaciones» dijo con una sonrisa de satisfacción. El motivo por el que eligió Oporto es sencillo: «El avión me salía mucho más barato, porque viajo con Ryanair y esta compañía aquí en Santiago no tiene vuelos directos a París. Sí que había con otras empresas, pero era mucho más caro», aseguró. Y no le falta razón. Desde Santiago la única compañía que tiene conexión directa con París es Vueling. Sus billetes a la capital francesa cuestan sobre 200 euros (solo ida), mientras que un vuelo el mismo día con la aerolínea irlandesa no supera los cien.
Se trata de una diferencia más que notable aun sumándole el precio del billete de autobús (cuesta 36 euros en la empresa Alsa). «Lo único malo es el tiempo que tardas en llegar a Portugal», señala Hayat mientras se sube al autobús. Una molestia que resulta mínima para aquellos que buscan los viajes más económicos.