Vidas cruzadas: Garzón y Mangouras

redacción / la voz

SANTIAGO

28 jul 2013 . Actualizado a las 13:48 h.

Con la caja negra cerrada a cal y canto todavía, el maquinista Francisco José Garzón es el malo de esta película con uno de los finales más trágicos de la larga historia ferroviaria de Galicia. Lo es para el Gobierno, pues los responsables de ADIF y Renfe lo responsabilizan directamente de entrar en la curva de A Grandeira a una velocidad de vértigo. Sin más, pero ¿será así de simple la resolución de las causas de la tragedia? Lo dirán las investigaciones judiciales.

El caso Garzón tiene, salvando las distancias, similitudes con el caso Mangouras, el capitán del petrolero Prestige, que contaminó toda la costa gallega en noviembre del 2002. El griego fue lapidado desde el primer momento por los responsables políticos que gestionaron la crisis como el culpable del hundimiento. Bien es cierto que la Justicia encarceló a Mangouras durante tres meses. El capitán sigue pendiente de sentencia.

Son dos casos con diferencias extremas. En la catástrofe del petrolero no hubo víctimas, pero en la tragedia ferroviaria de Santiago han muerto 78 personas.