Cuando Pilar oyó que necesitaban sangre del grupo 0- no lo dudó. De Melendi, se fue al hospital, pero la saturación se lo impidió. Al día siguiente volvió a intentarlo
28 jul 2013 . Actualizado a las 12:04 h.Pilar Ferreira salió del concierto de Melendi en Vigo y escuchó que la Xunta pedía donaciones de sangre del grupo 0-, que es donante universal. Ella era una de las personas a las que las autoridades solicitaban ayuda, así que no dudó en acudir al Hospital Nicolás Peña para aportar su grano de arena a la causa.
Sin embargo, lo que se encontró al llegar fueron colas que saturaban el centro clínico de la calle Camelias. Los vigueses habían acudido en masa, mostrando su solidaridad con las personas que resultaron heridas en el tren. Decidió volver a casa porque su hijo adolescente, que la había acompañado al concierto, la estaba esperando en casa y no quería preocuparlo.
A pesar de todo, Pilar no se rindió y, como vive cerca del Nicolás Peña, decidió volver al día siguiente por la mañana para poder, por fin, hacer efectiva su donación. Sin embargo, tampoco en esa ocasión tuvo suerte. En recepción le dijeron que desde Santiago habían dado la orden de dejar de pedir donaciones de sangre. Las que se habían recibido a lo largo de la noche y la madrugada anteriores habían sido suficientes. En el hospital, un letrero en la puerta informaba de que la «saturación» hacía innecesaria la ayuda de más donantes hasta dentro de cinco o seis días.