«Esta obra transmite cultura, pero sin aburrir»

nacho mirás SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

«Villa Puccini», escrita por Miguel Ángel Orts y Alexander Harold, llega mañana al Teatro Principal

03 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Dicen los que la han visto que Villa Puccini es una historia que atrapa. María Luisa Merlo y la soprano Emilia Onrubia estarán mañana, a las 21.00, en el Teatro Principal. Algún espectador ha llegado a calificar la pieza de «regalo para el alma».

-¿Por qué atrapa?

-Porque toca mucho el alma, porque es una obra que transmite cultura sin aburrir. Engarza muy bien arias de Puccini con historias muy divertidas, en algunos momentos, y dramáticas, en otros. En el escenario somos dos mujeres pero, en realidad, ambas somos la misma persona. Ella es mi recuerdo, yo la voy siguiendo en las canciones pero sin cantar, con el sentimiento.

-Llega a Santiago con esta obra, pero lo compagina con Amores de Fábula...

-La verdad es que me doy cuenta de lo bien que estoy cuando hago estas dos obras, alguna más y no fallo en una sola frase. Yo creo que eso, cuando se tiene 71 años, es tener mucha suerte.

-No esconde nada...

-No hay motivo. Cumpliré 72 en septiembre.

-El otro día le preguntaban por la retirada. ¡Qué empeño tenemos los periodistas por saber cuándo se retiran los veteranos!

-Sí, supongo que es porque muchos lo anuncian como un gran acontecimiento. Pero yo no lo haré, me da mucha vergüenza. Me iré cuando vea que es el momento. Amparo Rivelles, mi ex cuñada, jamás dijo cuándo se retiraría. ¿Qué hizo? Lo anunció en un rincón, después de actuar: «Han visto ustedes mi última actuación», dijo. Eligió el momento en el que empezó a sentirse mal y no quería defraudar al público. Yo tengo un vicio imposible de compaginar con la vida del teatro: viajar fuera de España, porque España la he visto toda. Por eso tengo que tener cabeza para mí y seguir viajando cuando me retire.

-¿Le gente está para espectáculos?

-La crisis en el teatro se empieza a notar ahora. Lo del 21% de IVA está arruinando a los empresarios. Ahora la gente escoge, antes iba a todo. Este siempre ha sido un país muy movido.

-No puedo hablar con usted y no preguntarle por la familia...

-Sigo muy triste con lo de Carlos. Sueño con él. Teníamos la ilusión de trabajar juntos. Siempre hemos estado muy unidos como amigos, hemos criado a cuatro hijos aun estando divorciados. Nunca nos hicimos esa guerra que se hace por ahí. Estamos muy tristes. Todavía no puedo hablar de él sin que se me encoja el corazón.